La boleta electrónica no sale del pantano de la Cámara de Senadores, donde se encuentra frenada desde hace dos meses. Algunos ya la dan por caída. Esto significa que en 2017 se seguiría votando con el actual sistema de papel, asociado al fraude y al clientelismo. Pero con la convocatoria del presidente Mauricio Macri a sesiones extraordinarias hasta el 30 de diciembre, el Gobierno podría seguir presionando para cumplir su objetivo de cambiar la herramienta de votación.
El bloque de senadores PJ-Frente para la Victoria, que tiene 38 de los 72 votos y es mayoría, recibió ayer a 7 gobernadores del PJ, tras lo cual avisó que es “imposible” aprobar la reforma electoral tal cual la aprobó Diputados el 20 de octubre pasado. De esta manera, aseguró que, si se sanciona, será sí o sí con cambios. Pero eludió fijar plazos para emitir dictámenes y tratarla en el recinto. No la quieren.
El senador Dalmacio Mera fue el único que dio crédito a la posibilidad de que el Senado apruebe un texto con cambios y lo gire a Diputados en las sesiones extraordinarias que convocó el miércoles el presidente Mauricio Macri.
Excepto Mera, primo de los hermanos Rodolfo (senador) y Juan Manuel Urtubey (gobernador), en cuya provincia la boleta electrónica rige desde 2009, en el bloque conducido por Miguel Pichetto y los gobernadores del PJ reinó el hermetismo.
El bloque mayoritario emitió un escueto comunicado en el que señaló que se tuvieron en cuenta “las objeciones que los expertos informáticos presentaron en las reuniones de comisión, en cuanto a la alta vulnerabilidad de algunos de los métodos electrónicos propuestos, lo cual determina la imposibilidad del apoyo al proyecto tal cual fue aprobado por Diputados”.
Plana mayor
En la reunión del bloque del PJ estuvieron los gobernadores Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Lucía Corpacci (Catamarca), Sergio Casas (La Rioja), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Uñac (San Juan), Gildo Insfrán (Formosa) y Carlos Verna (La Pampa); los vicegobernadores santacruceño, Pablo González, y santiagueño, Emilio Neder; el secretario general de la Gobernación de Chaco, Horacio Rey, y el diputado José Luis Gioja, presidente del PJ.
Fuentes parlamentarias coinciden en afirmar que la reforma electoral podría quedar congelada en el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Hacienda, Justicia y Banca de la Mujer, que conduce el ultrakirchnerista Marcelo Fuentes, y así no llegar nunca al recinto este año.
“A mí no me presiona nadie”, se escuchó decir a la senadora chaqueña María Inés Pilatti Vergara, luego de que le preguntaran si el acuerdo entre el Gobierno, organizaciones sociales y la oposición sellado el miércoles para Ganancias y la Emergencia Social tenía algún impacto político en la demora de dos meses del Senado en tratar la reforma electoral.
El santafesino Omar Perotti dijo a este diario que “los gobernadores expusieron los inconvenientes” que tendrían en caso de aplicarse este nuevo instrumento de votación, aunque eludió especificarlos. Pero aclaró que en el bloque no hay voluntad de rechazar la reforma electoral: “Nadie, ni nosotros ni los gobernadores ha dicho no”, aseveró el rafaelino, que tiene presentada, junto al bonaerense Juan Manuel Abal Medina, una propuesta para que la boleta no lleve chip, como quiere el Gobierno, sino otra herramienta, como los códigos de barras o QR. El escenario sigue abierto.