Se trata de un software que regula el valor del azúcar en sangre desde un celular. Dejando de lado las correcciones con insulina.Por primera vez se probó un páncreas artificial en pacientes con diabetes tipo 1. Es el primer ensayo de estas características que se realiza en el país y fue llevado a cabo por investigadores del Hospital Italiano y del Conicet, con la colaboración de la Universidad de Virginia, Estados Unidos. Participaron cinco pacientes que estuvieron utilizando el dispositivo durante 36 horas, en las que permanecieron internados y monitoreados por el equipo de investigadores. El éxito de este primer ensayo quedó demostrado porque durante las 36 horas que los cinco pacientes estuvieron conectados al dispositivo, todos pudieron regular los niveles de glucosa y ninguno presentó cuadros de hiperglucemia (los niveles de glucosa se elevan) o de hipogucemia (los niveles de glucosa bajan demasiado).
¿Como funciona?
El dispositivo está compuesto por un sensor continuo de glucosa y una bomba de infusión de insulina, ambos conectados vía bluetooth a un teléfono celular que tiene instalado un software con un algoritmo que va sacando, mediante cálculos matemáticos, los valores de insulina que necesita el paciente. Para ello, el paciente debe introducir algunos datos, como qué va a comer y a qué hora.
“Ya estamos avanzando en una segunda etapa, para la que se está trabajando en un nuevo algoritmo de control para aumentar la autonomía y disminuir aún más la necesidad de intervención del paciente”, anunció el doctor Luis Grosembacher, investigador principal del estudio y jefe de la sección Diabetes del Servicio de Endocrinología del Hospital Italiano. Para una segunda etapa se utilizará un algoritmo desarrollado completamente en la Argentina por investigadores del ITBA, la Universidad Nacional de Quilmes y la Universidad Nacional de La Plata y que apunta a que haya una intervención aún menor del paciente, esto es, que no tenga que introducir datos.
Pruebas internacionales
El ensayo realizado en la Argentina forma parte de un consorcio de países (entre ellos Francia, Holanda y Estados Unidos) que están realizando ensayos clínicos con este sistema de páncreas artificial con el algoritmo desarrollado por la Universidad de Virginia. Actualmente, hay 240 pacientes en el mundo que están haciendo pruebas de un año como las de Argentina. Los primeros resultados han sido asombrosos. Gracias al páncreas artificial se pasó de 15% de hipoglucemias a cero. Y en el caso de las hiperglucemias, se pasó de pacientes que estaban en promedio entre 4 a 5 horas en estado de hiperglucemia, a estar no más de 12 minutos en ese estado. Esto es gracias al sistema de alarma que tiene el páncreas artificial: cuando el paciente comienza a descompensarse, se activa de inmediato el sistema de alarma, que cuenta con más de una persona para responder, lo que reduce notablemente el riesgo de complicaciones. Además, los datos que quedan registrados en el celular, pueden ser enviados al médico vía mail. Así, también se pueden reducir notablemente la necesidad de consultas con el médico en consultorio. Y abrirá la puerta a la telemedicina: la posibilidad de monitorear al paciente a distancia, sin necesidad de realizar una consulta presencial cada tres meses. «Con esto podríamos ver al paciente una vez por año», grafica Grosembacher.
Fuente: Clarín