Los usuario puede indagar en el código de programación de los dispositivos pero sólo «de buena fe». Una agencia federal impulsó la medida.
Los hackers y aquellos entusiastas que buscan alterar dispositivos electrónicos, tienen una razón valedera para seguir adelante con sus prácticas en Estados Unidos. La Federal Trade Commission (FTC) y la Digital Millennium Copyright Act (DMCA) legalizaron recientemente el hackeo de una serie de productos que hasta el momento se encontraban prohibidos.
Con esta modificación, polémica por donde se la mire, ahora es totalmente legal vulnerar la seguridad informática de autos, Smart TVs y hasta cepillos de dientes eléctricos. La medida fue impulsada por la FTC, tras aprobar un cambio en las regulaciones de intervención y modificación de software para los vehículos eléctricos Tesla.
Sin embargo, hay algunas limitaciones obvias. En primer lugar, el artículo hackeado debe ser propiedad de la persona que lo está vulnerando. Este usuario puede indagar en el código de programación de los dispositivos, pero sólo «de buena fe» y bajo la finalidad de repararlos para uso personal o descubrir fallos de seguridad que deberían ser notificados.
La semana pasada, en la cumbre de seguridad informática Ekoparty que se realizó en Buenos Aires, un grupo de expertos en hackeo de autos realizó una serie de demostraciones en vivo. Claudio Caracciolo y Sheila Berta lograron encender remotamente las luces de una camioneta a través de un dispositivo electrónico. Ahora resta saber si Argentina tomará en algún momento la misma medida legal que adoptó Estados Unidos.