Google acusa a Europa de actuar sin pruebas claras en sus investigaciones

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El gigante tecnológico presenta sus objeciones a dos de los casos abiertos por la Comisión Europea de la Competencia.

Google contrataca por segunda vez en dos de los procesos que le ha abierto la Comisión Europea por vulnerar la competencia. El gigante tecnológico ha presentado este jueves su primera respuesta a la investigación comunitaria sobre restricciones en el mercado publicitario y la segundaal caso de las compras por Internet.

 

La firma estadounidense considera que al Ejecutivo comunitario «le faltan pruebas» al acusarla de favorecer a sus propios servicios -y excluir a los rivales- en las comparativas de precios online.

 

Bruselas abrió el primer pliego de cargos contra la compañía de búsquedas en abril de 2015, pero el pasado julio amplió la base de su investigación e inició un nuevo frente, esta vez por exigir exclusividad en los contratos suscritos con empresas que instalan un motor de búsqueda en sus páginas web y muestran anuncios en sus resultados. La empresa argumenta que ya ha solventado parte de las objeciones del departamento que dirige la comisaria Margrethe Vestager y que la exclusividad per se no vulnera las reglas del libre mercado.

 

Pese a anunciar que ya ha respondido a la Comisión, Google no divulga las pruebas que aporta para rebatir las acusaciones de las autoridades de Competencia.En un comentario difundido en un blog de la compañía, el vicepresidente Kent Walker pasa de puntillas sobre el caso de la publicidad -el principal negocio del grupo, aunque las objeciones de la Comisión se limitan a una pequeña parte de la actividad publicitaria- y se limita a señalar que, al igual que en otros casos, las autoridades europeas «recogen solo unas pocas quejas para justificar demandas legales más amplias».
Más abunda Walker en el caso del mercado de compras por Internet. La compañía fundada por Larry Page y Sergey Brinal ega que los argumentos de Bruselas no se ajustan a la realidad y ponen como ejemplo el auge de Amazon, el gigante de compras online. El Ejecutivo comunitario no considera a Amazon rival del servicio de compras de Google (Google Shopping) porque no tiene como fin comparar precios. Sin embargo, los consumidores recurren en buena medida a esa página como primer umbral de entrada a las compras online, un tráfico que se detrae de los sitios que comparan precios. «No es sorprendente que cuando Amazon y otros nuevos competidores llegaron a los países europeos, el tráfico en las páginas que solo ofrecen comparativas de precios descendió», razona la compañía.

 

Google tiene aún otro caso en el tintero al que aún no ha dado respuesta. Se trata de Android, un pliego de cargos lanzado el pasado mes de abril tras un año de investigación y que puede convertirse en el dosier de mayor enjundia. Competencia acusa al gigante tecnológico de exigir a los fabricantes de teléfonos y tabletas que instalen servicios de Google como el buscador y el navegador para ofrecer Android. La compañía asegura que presentará sus argumentos en los próximos días (en principio la fecha límite es el 11 de noviembre).