El acusado es Ricardo Prieto, a quien indican como responsable de la muerte de Nicolás Arevalo, un menor de apenas cinco años de edad. El pequeño se cayó, en 2011, dentro de un desagüe con fluidos provenientes del campo del productor correntino.
El caso conmocionó a toda la provincia aquel fatídico día del año 2011. Ocurrió en Lavalle, localidad del interior provincial, donde vivía Nicolás Arévalo, un niño de cinco años de edad. Ese día el menor tropezó y terminó metiendo una pierna y un brazo dentro de un desagüe en el que había fluídos tóxicos producto de los químicos que se utilizaban para fumigar la plantación de tomates de Ricardo Prieto, un productor de la zona.
El pequeño Nicolás murió tiempo después y la autopsia reveló que fue por intoxicación producida por los agrotóxicos. Algo parecido le pasó a su prima Celeste, quien también fue afectada, pero se salvó de milagro.
La familia llevó el caso a la justicia junto con la ONG La Red Infancia Robada, que tiene como referente al abogado Julián Segovia, quien expresó sobre el tema que «el agua contaminada cruzaba la calle, donde había una precaria madera puesta a modo de puentecito, pero él se resbala y pisa el lodo del desagüe que provenía de la propiedad del productor Ricardo Prieto».
Ahora, los jueces deberán decidir si sentencian como culpable o dan el sobreseimiento al productor acusado de homicidio.
Se trata del primer juicio de este tipo en el país. Segovia manifestó que pedirán “la pena máxima que se puede pedir en un caso de homicidio culposo, una condena de cinco años»