Los tres referentes de la central obrera insistieron en pedir que se sancione la Ley de Emergencia Social, en el reclamo de respuestas concretas al Gobierno nacional y advirtieron sobre la latente posibilidad de un paro, ante un posible veto desde Presidencia.
En la voz de uno de los tres líderes de la CGT, Juan Carlos Schmid, la central obrera le mandó un fuerte mensaje el Gobierno macrista cuya táctica de negociación en distintos ámbitos pero sin avances concretos, ya colmó la paciencia de quienes dirigen los movimientos sindicales, que están dispuestos a seguir «negociando pero también confrontando».
Los secretarios generales adelantaron que «sería un gravísimo error» si es que el ejecutivo decide vetar la Ley de Emergencia Social, en caso de concretarse su sanción este jueves en Diputados, produciendo un escenario de «mayor conflicto».
«No sólo venimos a pedir la emergencia, venimos a decirle que la terminen con los despidos y suspensiones a los sectores empresarios porque el deterioro económico está golpeando la puerta de nuestros hogares», enfatizó Schmid desde el estrado, frente al Congreso.
El dirigentes de la CGT mostró su inconformidad con las «justificaciones», «disfraces» y el uso de la excusa de «la herencia recibida». Desde la visión del titular del gremio de Dragado y Balizamiento destacó que «en 30 años de democracia no hay error que no hayamos cometido no hay macana o cagada que no nos hayamos mandado para que estemos en esta situación».
Cercano a Barrionuevo y titular del sindicato de trabajadores de estaciones de servicio, Carlos Acuña, coincidió en la necesidad de sancionar la Emergencia Social: «Esperemos que el Gobierno dé respuestas concretas. La CGT defiende los intereses de los trabajadores pero también de los trabajadores de las pymes, de las grandes empresas nacionales», enfatizó.
El jefe del gremio de la Alimentación, Rodolfo Daer, analizó que «el Gobierno lo que ha hecho es agudizar la pobreza en nuestro país, hay más desocupados y mayor incertidumbre en nuestro país».
Acuña y Daer no descartaron la posibilidad de llamar a una medida de fuerza de alcance nacional, si fracasa la iniciativa legislativa: «Nada está descartado, todo depende de la respuesta que el Gobierno le dé a la gente. La gente necesita tener seguridad, tener trabajo», argumentó Acuña.
En tanto, el secretario adjunto del Sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, pidió al Gobierno «escuchar» las demandas del sindicalismo y no atender «solamente a un sector», en referencia a las entidades agropecuarias y la industria minera.
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