Ayer se conoció el fallo de la Justicia chaqueña sobre las denuncias relacionadas al concurso de ingreso en el ente autárquico, que viene generando polémica desde el año pasado. Tres concursantes habían presentado un amparo y solicitaron que la selección vuelva a realizarse, pero el Juzgado Civil y Comercial Nº 15 de Resistencia concluyó que no hubo irregularidades en el proceso.
La gravedad de la cuestión es ineludible. La realidad muestra que, una vez más, los trabajadores continúan estando del lado de los desprotegidos o, al menos, de los que no son tenidos en cuenta por parte de las elites que dirigen y mantienen a raya a la sociedad en determinados tópicos, áreas o intereses que son reservados para una minoría.
La información de que a Lotería Chaqueña ingresó gente ‘hasta por la ventana’ es conocida, y lo han replicado todos los medios. El eterno acomodo de personas en el Estado parece, con esta decisión del juez Alejandro Herlein -quien firmó la sentencia-, tener garantizada su continuidad.
Fueron eternas las colas en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) para poder rendir el examen de ingreso, con un clima de verano crudo y netamente chaqueño a fines de 2015. Durante los primeros días (fueron varios) la gente ya comenzaba a preguntarse -y dudar- por la transparencia del proceso, por esa realidad desconfiada, por el descreimiento que se tiene a gran escala en las instituciones gubernamentales y en las figuras políticas de siempre.
Todo parecía haberse realizado correctamente, y llegó el momento de esperar los resultados. Ahí surgió el problema. Una enorme cantidad de personas no había aprobado el examen, otros directamente no aparecían en las listas y hasta se descubrió que entró a trabajar gente relacionada a directivos o ligada políticamente a un color partidario en particular, cuando por decreto del gobernador eso debía cambiar.
El fallo jugó en contra de un reclamo justo, de un intento de transparentar de una buena vez las decisiones de unos pocos sobre la mayoría. Pero también la justicia bañó de realidad a esa mayoría, dejándole en claro que, todavía, corre de atrás contra el nepotismo y los beneficios de una clase privilegiada.