La «Popular» fiesta del Chicharrón de Presidencia de la Plaza

Interior

Drástico fue el cambio que sufrió el municipio de Presidencia de la Plaza respecto a la gestión de «Pancho» De Castro con la actual de Diego Bernachea, con un año con más oscuros que claros terminando con una «Fiesta el Chicharrón» que poco tuvo de popular como en años anteriores.

De hecho, años anteriores con De Castro como intendente, el festejo se hacía en el tradicional óvalo de la ciudad, con entrada libre y gratuita a los espectáculos musicales contratados por la comuna con la colaboración, generalmente, del gobierno provincial y de Lotería Chaqueña.

El primer contraste fuerte se sintió en esta fiesta del Chicharrón, ya que en la primera organizada por la gestión Bernachea, la misma se desarrolló íntegramente en el club Sportivo Plaza, y para disfrutar de los espectáculos los participantes debieron abonar entradas que arrancaban en los 300 pesos.

Asimismo, el evento contó con agrupaciones acorde al evento, como ser Los Huayra o Mario Bofill; pero descarriló un poco con la contratación del grupo de rock Pier y terminó de derrapar con la actuación de Maxi Trusso. Artista de renombre internacional sin dudas, pero que absolutamente nada tiene que ver con la historia de la fiesta del pueblo.

Lo que llama la atención de esto son dos cosas: una, que a pesar de los reiterados comunicados de prensa que se enviaban antes de estos espectáculos, tras la realización de los mismos no hubo uno solo, desconociendo el éxito que tuvieron los mismos.

Y la otra cuestión es el caché que estos artistas percibieron. Los entendidos del tema sostienen que Los Huayra no bajan de los 500.000 pesos; Pier será bastante más barato con seguridad; pero Maxi Trusso, acostumbrado a tocar en Lóndres, New York o Berlín cobra un alto caché (en dólares) difícil para que un municipio con urgencias económicas pueda pagar.

Como ya se dijo una vez, no se niega de la fiesta que año a año se hace en la localidad; pero sí del cambio, ya que al cobrar la entrada la misma pierde el mote de «Popular» y a la misma acceden aquellas personas que pagan. Simple.

 

NO OLVIDAR

Bernachea llegó a la intendencia de Plaza con la intención de renovar. La intención no es mala, clara está, pero no se puede dejar de lado la historia; porque es un legado sagrado para los pueblos. Es hora de volverse un poco más «Pancho».