Trabajadores de la zona encontraron un ejemplar de la mítica ave sobre la cima del tronco de un árbol.
Esta mañana, en una zona montuosa de Quimilí, unos trabajadores de la zona se vieron sorprendidos por la aparición de un kakuy.
La mítica ave estaba posando, muy tranquila, sobre la cima del tronco de un árbol y los muchachos aprovecharon la ocasión para sacarle algunas fotos y grabar un video con el celular.
Cuenta la historia…
Dos hermanos vivían en el monte. La hermana era mala y el hermano era bueno. El le traía frutos silvestres y regalos, pero ella le correspondía con desaires y maldades. Un día él regresó de la selva cansado y hambriento, y pidió a su hermana que le alcanzara un poco de hidromiel. La mala hermana trajo el fresco líquido, pero antes de dárselo lo derramó en su presencia. Lo mismo hizo al siguiente día con la comida. El hermano decidió castigar su maldad. La invitó una tarde a recoger miel de un árbol que estaba en la selva. Fueron allí y el hermano logró que ella trepara a lo más alto de la copa de un quebracho enorme (para algunos era un mistol, para otros un algarrobo). El, que subió por detrás, descendió desgajando El Cakuy, Kakuy o Cacui árbol de modo tal que su hermana no pudiera bajar. El muchacho se alejó. Allí quedó la joven, en lo alto, llena de miedo. Cuando llegó la noche, su miedo se convirtió en terror. A medida que pasaban las horas, comenzó a ver, horrorizada, que sus pies se transformaban en garras, sus manos en alas y su cuerpo todo se cubría de plumas. Desde entonces, un pájaro de vuelo aplumado, que sólo sale de noche, estraga el silencio con su grito desgarrador -¡»Turay», «Turay» !- : ¡»Hermano», «Hermano» !
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