El terrible hecho ocurrió en un barrio de la localidad misionera de Oberá, en un contexto de absoluta pobreza, hacinamiento y violencia. Una de las hijas-nietas del acusado fue quien permitió desentrañar la historia que se prolongó por casi 20 años.
Este primer testimonio derivó en una investigación judicial y la detención de un hombre acusado de violar durante años a su propia hija, quien habría tenido cinco hijos suyos producto del reiterado abuso.
El sujeto fue identificado como Ramón A. de 57 años, sobre quien pesa la acusación de abuso sexual agravado por el vínculo. Tras permanecer varias semanas en la Seccional Tercera, a fines de octubre el Juzgado de Instrucción Uno le dictó la prisión preventiva y fue trasladado a la Unidad Penal II, donde aguardará la fijación del juicio oral, no público, por tratarse de un delito de instancia privada.
El caso se mantuvo bajo estricta reserva para preservar la identidad de los menores, quienes actualmente residen con su madre, de 31 años, en condiciones sumamente precarias.
“En el barrio todo el mundo hablaba y se sabía, pero nadie nunca hizo nada, como suele pasar. Pero la cuestión salió a la luz en la escuela a la que van los chicos, durante un trabajo de educación sexual y violencia. En ese marco, la nena de 10 años contó que el abuelo le pegaba mucho al hermano más chico. Ese fue el puntapié de la investigación que derivó en la detención del hombre”, precisaron.
Cuando la pequeña contó los hechos de violencia que ocurrían en su casa, se activaron los mecanismos de protección con asistentes sociales que entrevistaron a la madre, quien confirmó los abusos. Contó que su papá la violaba desde que tenía 12 años y a los 15 tuvo su primer hijo suyo.
A su vez, una docente comprometida radicó una denuncia ante la fiscalía, lo que fue clave para la investigación judicial en marcha. Se determinó que hasta los chicos estaban conscientes de lo que su abuelo hacía con su mamá.
En tanto, los pequeños fueron sometidos a estudios de ADN para confirmar la paternidad y se aguardan los resultados.
Más allá de eso, la declaración de la presunta víctima y de los menores habría resultado suficiente para ordenar la prisión preventiva del sospechoso y su reciente traslado a la cárcel de Oberá. (El Territorio)