El autor enseña a “ejercer la legítima defensa sin caer en las trampas de los juzgados y los fiscales”. Admitió además que alguna vez mató a un ladrón y fue sobreseído.
«Cómo matar a un chorro y no ir en cana» fue el nombre elegido por el especialista en derecho y seguridad, Marcelo Soriano, para titular un polémico libro en el que da consejos sobre «cómo ejercer el derecho a la legítima defensa» durante un asalto y no ir preso.
Así, tal cual como se lee y sin ningún tipo de eufemismos, el título de la publicación fue elegido especialmente por el autor para generar un impacto en la gente. «Si yo le ponía ‘justicia legítima’ no lo compraba nadie. Tuve que ponerle un título llamativo», explicó Soriano en diálogo con el periodista Luis Novaresio en radio La Red.
Según contó, la idea central del libro «es dar una serie de consejos procesales y no caer en la trampa del juzgado y la fiscalía y no ser acusado de homicidio simple». Para difundir su obra, el autor repartió cientos de volantes por las calles de algunos barrios. En ellos se puede ver que el texto tiene un valor de 498 pesos y para acceder a él hay que reservarlo por mail.
«Todo lo que necesita saber para ejercer su derecho a la legítima defensa, en un solo libro, incluye la cuestión moral, religiosa y legal», dice parte del mensaje promocional. «A partir de ahora serán sólo ellos», finaliza el insólito y no menos polémico volante.
Soriano, entre otras cosas, negó que su libro sea una apología al delito porque «no hace un llamado a matar gente». «Si alguien decide a hacerlo le doy los pasos para que no caiga en el exceso. Son buenos consejos para que no termine preso por ejercer su derecho a la legítima defensa», prosiguió Soriano.
Al ser consultado sobre si estaba de acuerdo con la pena de muerte contestó con un rotundo «sí». «Los países más desarrollados tienen pena de muerte. Quien mató con dolo necesariamente debe morir. Quien mató a otra persona con intención no hay forma de volver atrás», justificó el hombre -experto en el manejo de armas- quien reveló que ya en una oportunidad él mató a un delincuente.
«Yo ya he sido víctima de robo y ejercido mi derecho de legítima defensa. Salí sobreseído. Yo poseía el arma de fuego y lo maté. Era un robo en banda con armas y en nocturnidad. Son hechos agravantes a la figura típica de robo», finalizó.
