Las fuerzas militares de Canadá investigan un sonido de origen desconocido que fue reportado por habitantes locales y que está asustando a los animales autóctonos de esta remota región del Ártico.
Se trata de la localidad de Igloolik, situada en Nunavut, en el norte de Canadá, donde viven principalmente cazadores. El «zumbido» espanta a los animales pero desconocen la causa del sonido. La mayoría lo describen como un pitido, pero hay quienes detallan que es más parecido a un silbido o incluso, a un zumbido.
En lo que todos coinciden es que nunca antes habían escuchado este misterioso sonido que desde hace un par de meses emerge del fondo del mar en el estrecho de Fury y Hecla, una remota región del Ártico perteneciente a Canadá.
Este viernes fuerzas militares canadienses se trasladaron al lugar para investigar el extraño sonido que, según los habitantes locales, ha asustado a la fauna autóctona. A pesar de las búsquedas en el área con múltiples sensores, los militares no consiguieron explicar las “anormalidades acústicas”.
El miembro de la Asamblea legislativa local asegura que no saben de donde proviene el ruido y que lo más grave es que asusta a los animales de la zona.
«Esta una de las áreas principales de caza en verano y en invierno», porque hay una polinia, un espacio abierto de agua rodeado de hielo «abundante de mamíferos marítimos».
Los activistas medioambientales y los vecinos locales manejan diferentes explicaciones del enigmático sonido, entre las que figuran los cascos de buques que navegan por la zona o actividades deliberadas de Greenpeace destinadas a salvar a los animales asustándolos con el silbido.
Sin embargo, la organización descarta las acusaciones y Quassa admite que no vieron «ninguna embarcación que pusiera ningún objeto en el agua». Otra hipótesis apunta a las actividades de la corporación minera de hierro Baffinland, que efectúa estudios de sonar en el golfo cercano de Steensby. Sin embargo, la compañía aseguró que no tiene ningún equipamiento en el agua.
Las autoridades locales y las Fuerzas armadas de Canadá explican que por ahora, «no tienen ninguna pista» para averiguar el origen del sonido y las consecuencias puede provocar en la zona.