Luego de dos siglos sin que nadie pueda entrar al sepulcro de la máxima figura de la religión católica, hombres de la ciencia lograron caminar en el interior y dejaron las imágenes grabadas en un documento audiovisual.U
Un grupo de investigadores de distintas nacionalidades del mundo llevaron adelante el trabajo de campo en la iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén. Sus hallazgos preliminares pueden determinar las porciones de la tumba y que las mismas han sobrevivido hasta el día de hoy, resistiendo a siglos de daños, destrucción y reconstrucción del recinto ubicado en la Ciudad Vieja de Jerusalén, Israel.
Considerado como el lugar más venerado del mundo cristiano, actualmente la tumba consiste en una cama de entierro de piedra caliza que fue cortada de la pared de una cueva. El lecho está cubierto de revestimiento de mármol, con el objetivo de evitar que los peregrinos extraigan fragmentos de la roca original como recuerdo.
El revestimiento de mármol fue removido por primera vez el pasado 26 de octubre y una inspección del equipo de conservación de la Universidad Técnica Nacional de Atenas mostró que había solo una capa de material de relleno debajo.
Pero mientras continuaban con la investigación, sin parar y en un transcurso de 60 horas, encontraron otra losa de mármol con una cruz tallada en la superficie.
Horas antes de que la tumba fuera sellada nuevamente, pudieron ver la cama de enterramiento de piedra caliza, intacta.
Además, se pudo confirmar la existencia de las paredes originales de cuevas de piedra caliza en el santuario que encierra la tumba.
Para los arqueólogos, el hecho de que la tumba haya permanecido intacta durante siglos, es algo realmente increíble.