El hecho se produjo en las últimas horas, cuando un camión atropelló las instalaciones comerciales en la ciudad del país europeo. El conductor intentó huir, pero fue detenido por las fuerzas de seguridad alemanas que en estos momentos continúan interrogándolo.
A través de su vocero, la canciller de Alemania, Angela Merkel, expresó su dolor por las víctimas e informó que ya está en contacto con el ministro del Interior, Thomas de Maizières, y con el alcalde de Berlín, Michael Muller.
Mientras se empezaban a conocer los primeros detalles del presunto ataque, el alcalde de Berlín, Müller, intentó difundir calma entre los ciudadanos y afirmó que «la situación está bajo control», aunque reconoció que la escena en la plaza de Breitscheidplatz, donde se había construido el mercado navideño, era «dramática, según la agencia de noticias alemana DPA.
Por su parte, la Policía tuiteó que «no hay indicios de situaciones peligrosas futuras en la ciudad».
Pese a la confianza expresada públicamente por las autoridades, la Policía está analizando ahora si se trata de un ataque de un lobo solitario -es decir, de una persona sin vínculos con organizaciones o grupos radicales- o si el conductor era parte de una célula extremista más grande.
Desde el Gobierno alemán y la policía pidieron a los ciudadanos que traten de mantenerse dentro de sus casas, para evitar salir heridos o sufrir algún tipo de situación violenta en un hipotético nuevo ataque.