Resaltó que «es necesario mantener viva la memoria para la formación de la identidad histórica de nuevas generaciones y dar lugar al pedido de Justicia y Verdad».
En el marco del 40 aniversario de la Masacre de Margarita Belén, el vicegobernador Daniel Capitanich encabezó el acto central donde se rindió homenaje a los caídos durante la última dictadura militar. El mismo se llevó a cabo en el lugar del hecho, donde se erige una escultura en homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado.
En la oportunidad el mandatario manifestó su agradecimiento por ser invitado a participar de un evento que “marcó un antes y un después en la historia del Chaco” y, destacó que “recordar la masacre significa reivindicar la luchar de quienes padecieron la dictadura”.
En esa línea, resaltó que “es necesario mantener viva la memoria para la formación de la identidad histórica de nuevas generaciones y con este acto damos lugar al pedido de Justicia y Verdad”.
Por último, el vicegobernador sostuvo además que “conmemorar un nuevo aniversario forma parte de la clara visión de un partido político y de una gestión de gobierno con vocación de servicio y militancia en defensa de los Derechos Humanos”.
Mantener viva la memoria
Por su parte el titular por la Comisión de la Memoria Juan Carlos Amarilla, afirmó que estos actos “significan un volver a renacer para cada uno de los que caídos, los sentimos vivimos y eso nos impulsa a seguir esta larga lucha”.
Amarrilla afirmó que “el objetivo principal de la Comisión es que los jóvenes sepan lo que sucedió en aquella época dolorosa para el país, porque la memoria mantiene viva la lucha de todos los caídos y desaparecidos”.
No repetir los errores del pasado
El Secretario de Derechos Humanos Juan Carlos Goya reflexionó en un nuevo aniversario por la Masacre de Margarita Belén: “Es un día de memoria, para que reflexionemos sobre lo que nos pasó para que no podamos olvidarlo, para que no repitamos los errores que hemos cometido en el pasado”.
Goya resaltó que no sólo fue un genocidio, sino que Margarita Belén “fue el enfrentamiento de dos proyectos políticos diametralmente opuestos”. Y, agregó: “A partir de Margarita Belén cambió el norte argentino, donde se infundió el terror para imponer el neoliberalismo en esta zona y poder destruir el sindicalismo, las estructuras que contenían gremialmente a las PYMEs, para poder destruir las organizaciones que contenían los pueblos originarios y así robarles sus tierras como efectivamente lo hicieron tanto en Santiago del Estero y en Chaco”.