Los aparatos ya suman cerca de 5 millones en ese tiempo. Como consecuencia directa también se vio una suba en el consumo energético, que llegaría al 25% del total a nivel nacional.
El verano está cada vez más cerca, aunque en el Chaco parece ya haber arrancado hace varios días. Con las altas temperaturas es obvio que la gente buscará la manera de pasar su cotidianeidad con el menor calor posible, por lo que adquiere o trata de adquirir -como resulta habitual hace varios años- un acondicionador de aire.
Pero esto no queda en ese aspecto solamente, sino que se ve acompañado de otra realidad problemática de la gente: el consumo de energía y el déficit de la misma, que se evidencia en cortes y tarifazos que el Gobierno sigue teniendo en mente aplicar.
Si bien las empresas dijeron que realizaron una inversión de miles de millones de pesos para mejorar el servicio, las redes (en muchos puntos del país son viejas y obsoletas) deberán soportar casi un millón y medio de aires acondicionados más que el año pasado. Por eso, en las últimas horas, el Gobierno lanzó una fuerte campaña rogando que se utilicen de manera ‘medida’ los electrodomésticos en cuestión.
Fabricantes y vendedores de estos aparatos, brindaron a Clarín algunas consideraciones importantes relacionadas con la compra, la venta y demás: Más de 1.400.000 unidades nuevas vendidas, 50% más de las registradas en 2009 y casi el doble de las 750.000 que se habían despachado en 2005. Los datos que maneja el mercado indican que sólo en los últimos tres años la población compró e instaló unos 4.600.000 acondicionadores, a un ritmo cercano a los 4.200 por día.
En el Ministerio de Energía, por ejemplo, calculan que en los momentos de calor extremo los aires acondicionados ya representan “un cuarto de la demanda eléctrica del país”. El récord actual de potencia para un día hábil, registrado el 12 de febrero pasado en medio de una ola de calor, fue de 25.380 megawatts, según datos de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa). Para los técnicos del Gobierno, en esos casos, más de 6.000 megawatts ya se usan para mantener funcionando los acondicionadores.
“Por los aires, en los últimos años cambió la modalidad de consumo y los picos de demanda se trasladaron. Antes se producían por la noche, cuando la gente volvía a su casa y encendía las luces. Pero ahora se dan en las primeras horas de la tarde, cuando la temperatura sube y los aires trabajan al máximo”, añadió Gerardo Rabinovich, vicepresidente del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi.
