Efraín Delgado conoció a su ídolo riverplatense: Lucas Alario

Sociedad

Efraín se hizo conocido por una imagen, la de él y su abuelo llorando con la bandera argentina que portaba. Después se conoció su historia y las muestras de solidaridad brotaron a borbotones. Ahora, el pequeño fanatico del «Millonario» conoció el «Monumental» y se reunió con su ídolo, el goleador de River Lucas Alario.

De la mano de Fundación River Plate, Efraín visitó el Monumental, conoció a su ídolo Lucas Alario y vivió una tarde inolvidable.

La historia de Efraín conmovió a todo el país: la semana pasada se recibió en séptimo grado en la Escuela N° 239 “Pedro Inchauspe”, a la cual asistía diariamente caminando 6 km desde su casa. La foto de la emotiva entrega de diplomas junto a su abuelo se volvió viral. Y Fundación River no quiso dejar pasar la oportunidad de recompensarle todo su esfuerzo.

La máquina de cumplir sueños se puso en marcha el viernes: con el apoyo de River Plate, la Fundación adquirió los pasajes para que el martes Efraín y su familia comenzaran la aventura. Este martes los cinco se subieron a un avión que los llevó directo a Buenos Aires, y desde ahí sin escalas a la primera parada: el Estadio Monumental. Rodolfo D’Onofrio los estaba esperando para visitar juntos los lugares más emblemáticos del Club.

Pero las sorpresas recién empezaban: después de jugar un rato en el césped de una de las canchas más importantes del país, Efraín y su familia pasaron por el vestuario local, en donde Lucas Alario (su mayor ídolo) lo esperaba para ser parte de este premio inolvidable.

Fotos, autógrafos, regalos, risas y emociones de todos los colores. El primer día de Efraín en Buenos Aires tuvo todos los ingredientes del premio que sigue quedando chico ante el esfuerzo y el valor que tiene su título de finalización del primario.

De este modo, Fundación River sigue trabajando por los niños y adolescentes que viven en contextos de vulnerabilidad y que, como Efraín, son un ejemplo que todos deberíamos imitar.

“Efraín Abel Delgado tiene 12 años. Pertenece a la comunidad Qom y hace algunos días, desde su humilde lugar, nos dio una lección a todos: todo esfuerzo tiene su merecida recompensa”, cierra esta crónica riverplatense.