El nosocomio que vivió un año complicado, con insuficientes insumos, paro de médicos, renuncias de directivos y roturas edilicias entre otras cosas, decidió cerrar el año con un particular festejo: contratando a la banda Viento Norte.
En un video publicado por la banda, se ve como tocan “para los niños”, pero claro que se ve a muy pocos pequeños allí internados, sino que se ve a los médicos que deben velar por la salud de estos, de fiesta.
Por supuesto, nadie cuestiona el derecho de los trabajadores a despedir el año, pero sí el hecho de hacerlo en horas en las que se debería estar abocado a la atención de las personas, y más aún el lugar: un pasillo dentro del hospital.
En un lugar donde hay e ingresan a diario niños con cáncer, quemaduras, enfermedades graves, parece poco serio que los médicos estén de fiesta en los pasillos, cuando permanentemente escuchamos a la gente quejarse por la mala atención y hasta incluso la falta de atención debido a las constantes medidas de fuerza – que en derecho o no – realizan los trabajadores de salud.
En cambio, hubiera sido de gran valor y muy destacable si lo hubieran organizado para la cantidad de padres y gente que lleva hasta meses dentro del edificio acompañando a sus niñitos.
Pero es una mera observación y opinión…
