Investigadores estadounidenses probaron con enorme éxito una técnica de edición genética en ratones, que revirtió el envejecimiento y permitió que vivieran un 30% más.
El envejecimiento junto al paso de los años. Una relación que se presenta inevitable. A medida que aumenta la edad de una persona -hombre o mujer- también aparecen los síntomas inexorable de la vejez. Enfermedades, reducción de la movilidad, dolores articulares. Sin embargo, la ciencia está cerca de encontrar la clave para revertirlo.
Investigadores del Instituto Salk de California demostraron que era posible revertir el envejecimiento en ratones a partir de una nueva técnica que transforma a las células adultas de nuevo en su versión embrionaria. La herramienta no solo rejuveneció a los roedores, sino que permitió que vivieran un 30% más.
«Nuestro estudio muestra que el envejecimiento puede no tener que proceder de una sola dirección. Con una modulación cuidadosa, el envejecimiento podría revertirse», sostuvo el doctor Juan Carlos Izpisua Belmonte, profesor en el Laboratorio de Expresión Génica de Salk y líder de la investigación.
La técnica consiste en estimular cuatro genes que son especialmente activos durante el desarrollo en el útero. «Si completamos la reprogramación de las células, manteniendo activados esos cuatro genes todos los días, se producen tumores, pero si lo hacemos solo durante dos días a la semana, logramos efectos positivos», detalló el científico.
El estudio, luego publicado en la revista Cell, se realizó sobre ratones con progeria, una enfermedad de degeneración prematura, y en ratones sanos. En ambos casos, se registraron resultados exitosos. En los roedores con progeria se extendió un 30% su vida. En los sanos, se mejoraron dificultades vinculadas a la edad, como patologías cardiovasculares, y se detectó una cicatrización más efectiva de algunas heridas.
Los científicos a cargo de la investigación esperan que se fabrique, en un futuro no tan lejano, un fármaco que pueda contener dentro de sí una réplica a los efectos de la técnica utilizada. Para, de ese, modo frenar e incluso revertir el proceso de envejecimiento. De acuerdo a las estimaciones, llevará alrededor de 10 años lograr que se puedan empezar ensayos en humanos.
El español Izpisua Belmonte resaltó que las diferencias entre ratones y humanos son insoslayables, aunque se mostró optimista: «Obviamente, los ratones no son humanos y sabemos que será mucho más complejo rejuvenecer a una persona, pero este estudio muestra que el envejecimiento es un proceso muy dinámico y plástico y por lo tanto será más susceptible a las intervenciones terapéuticas de lo que pensábamos anteriormente».
Los especialistas comentaron que el avance, además de abrir la esperanza de superar la barrera de los 100 años, también podría ayudar a las personas a mantenerse saludables por más tiempo. El envejecimiento de la población varía de acuerdo al riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con la edad, como la demencia, el cáncer y las otras del corazón, pero si el cuerpo es capaz de mantenerse joven durante más tiempo, entonces podría prevenir muchas patologías mortales durante décadas.