El poder de una foto: desde Verón hasta China buscan colaborar con Efraín

Sociedad

La foto del nene abanderado y su abuelo orgulloso, ambos llorando, dio vuelta al mundo. Tal es así que Juan Sebastián Verón anunció que donará bicicletas para el nene y su abuelo, generándose una campaña «autoconvocada» solidaria para todo Pampa Chica. Las intenciones de ayudar llegan hasta de China.

La foto muestra a un niño de 11 años, Efraín Abel Delgado, emocionado hasta las lágrimas. A su lado, su abuelo Ángel, de 70, le copia el gesto. El testigo más privilegiado de esa escena es el director del colegio, Hugo Baricheval. Así lo dice su sonrisa.

Efraín es uno de los 18 chicos que egresaron el lunes. Efraín pertenece a la comunidad aborigen de los Qom y camina todos los días 6 kilómetros para llegar al colegio. Efraín es «sensible, responsable y estudioso», no faltó nunca a clases en todo el año y por eso se recibió como abanderado.

«Tenemos muchos chicos como él», dice Hugo, marcando el patrón de la dura realidad que atraviesan otros tantos que no se llaman Efraín y van a la misma escuela. Esa escuela ubicada a 18 kilómetros de la localidad Pampa del Indio, sobre la ruta provincial N°3. Todos venidos de un pueblo cuyo origen es, en el 90 por ciento de los casos, aborigen y humilde.

Después se supo por qué. Cuando tomó la palabra Hugo durante el acto de egreso, contó que cuando era maestro de tercer grado tenía 25 alumnos y 18 de sus alumnos ahora son egresados. «Con eso me quebré. Muchos padres estaban entre lágrimas. En 30 años nunca me pasó estar todos tan emocionados. Fue una fiesta», dijo.

Efraín quedó a cargo de su abuelo y de su abuela porque su madre se fue del pueblo. El abuelo Ángel lo acompaña cada día hasta el colegio. Van a pie (el año que viene cursará la secundaria en una escuela que queda a 7 kilómetros). Celeste, la hermana de Efraín, recorre el mismo trayecto pero en bicicleta: fue la beneficiaria de la donación que hizo una de las fundaciones que ayudan a la comunidad. «Sumando Manos», por ejemplo, es una de ellas y aporta para el desayuno y la merienda diarios.

Después de la foto que comenzó a circular en Twitter y en Facebook, llovieron los llamados. El teléfono de Javier Álvarez, el promotor involuntario de esta historia, no paró de sonar. A la 1AM del miércoles seguía sin darle descanso. «Me llamó alguien del entorno de Juan Sebastián Verón para ofrecer bicicletas. En las últimas horas me habrán ofrecido unas 40. No entiendo nada: no esperaba esta repercusión».

 

SOLIDARIDAD

Los teléfonos de los maestros y directores del colegio recibieron llamadas desde Alemania, Italia y hasta China ofreciendo bicicletas, útiles escolares y zapatillas.

“El teléfono suena desde temprano y no para. Estamos sorprendidos con lo que pasa, no lo podemos creer”, cuenta María Medina, docente de la Escuela N° 239 del paraje rural Pampa Chica, en Chaco. La maestra cuenta que todavía no recibieron ninguna donación física, pero que muchísima gente ya se contactó para ofrecer su ayuda.

“Desde China nos llamó un hombre argentino que vio la noticia por internet y que nos preguntó qué necesitamos. Le dijimos que lo más importante son bicicletas, calzado y útiles escolares. No sólo para Efraín, sino para muchos de los nenes que se egresaron con él haciendo el mismo esfuerzo y superándose día a día”, cuenta María, todavía emocionada.

También llamó un párroco que vivía en Pampa Chica y que hace unos años se fue a vivir a Italia: “Una persona muy solidaria que tuvo que viajar y que se enteró lo que pasaba acá ahora se comunicó y también nos dijo que iba a ofrecer su ayuda. Esto que pasa es muy lindo”, relata  la docente.

Según cuenta María, llegaron llamados de argentinos solidarios que buscan contactarse con Efraín para donarle alguna bicicleta que les sobra o ropa. Desde Alemania hasta el barrio porteño de Lugano, personas que de manera anónima tienen el mismo objetivo de dar sin recibir nada a cambio.

 

La maestra María cuenta que la familia del nene no tiene ni televisión ni computadora y que cuando el abuelo fue a inscribir a su nieta para el año que viene le contaron todo lo que pasó con esa foto: “No sabían nada hasta ayer a la tarde. Cuando les contamos se quedaron mudos. Efraín me contó que no pudo dormir a la noche, está contento, nervioso, ansioso. Todo al mismo tiempo”.

El nene junto a sus compañeros ahora irán a la secundaria, un colegio que está todavía más lejos que donde iban a la primaria: “Muchos terminan abandonando la escuela porque deben caminar más de 9 kilómetros. Entonces cuando hace mucho calor no van, si hace frío tampoco y si llueve menos. Son nenes súper inteligentes, pero la situación no les permite avanzar. Necesitamos que esto no suceda más”.