El acoso entre chicos crece año a año, con un incremento del 33 por ciento de casos en 2016, de acuerdo a las cifras que maneja la ONG Bullying Sin Fronteras. Sólo en noviembre se registraron dos suicidios de adolescentes, uno en la ciudad bonaerense de Zárate y otro en Paraná, Entre Ríos.
«Ya no sabemos cómo parar el bullying y el ciberbullying en Argentina. No solo se multiplican los casos sino la fiereza y el número de los ataques», reconoció el titular de la organización, Javier Miglino. «Ni Twitter, ni Facebook tienen herramientas para filtrar el ciberbullying y la presencia de ‘trolls’, personajes que escudados en el anonimato por una suma de dinero o simplemente para producir daño, insultan, amenazan, difaman e incluso incitan al suicidio de los jóvenes», le dijo a Diario Popular.
Miglino cuenta que en el gobierno de Cristina Kirchner se aprobó una ley contra el bullying y el ciberbullying que «impone, entre otras cosas, un 0800 gratuito para denunciar en forma anónima casos» de acoso, que «exige a los docentes mayor formación contra este flagelo y permite la formación de campañas de concientización a lo largo del año lectivo e incluso las vacaciones».
Pero denuncia que «ni siquiera establece qué es el ‘bullying’ y el ‘ciberbullying’ pero es una ley nacional y con ello es un avance». Y apunta a «la falta de la reglamentación legal» por parte del actual gobierno.
Respecto al mapa del bullying en Argentina, Miglino reveló que «más de la mitad de los casos ocurren en Capital Federal, el Conurbano bonaerense, Córdoba, Mendoza, Misiones, Formosa, Corrientes y San Luis».
«Los acosadores son más agresivos a través de su computadora que en la vida cotidiana en la escuela», explicó, «llegando a escribir frases tales como: ‘matate de una vez que no servís para nada’, ‘lo mejor que podés hacer es matarte’ y similares».