En Argentina los adolescentes fuman cada vez menos, pero beben más

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Un relevamiento nacional muestra que no sólo ha aumentado la ingesta de bebidas alcohólicas sino que bajó la edad en que los chicos empiezan a consumirlas.

La mitad de los adolescentes bebió alcohol al menos una vez en un mes, según una encuesta realizada por el Observatorio Argentino de Drogas. En contraposición, sólo 15% de los alumnos de nivel secundario había fumado tabaco. Así, mientras el cigarrillo ha ido perdiendo de a poco consumidores, las bebidas alcohólicas se mantienen en el podio, al tiempo que disminuye la edad en que los chicos empiezan a tomarlas.

 

El relevamiento, desarrollado en 2014, mostró que, en promedio, los adolescentes argentinos empiezan a consumir sustancias psicoactivas entre los 13 y los 15 años. En el caso del alcohol, se observa una tendencia ascendente en los estudiantes de 14 años o menos que habían bebido en el último mes, que pasó de 25,4% de los encuestados en 2009 a un 32,2% en 2014.

 

En tanto, para el tabaco la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes (de 2011) reveló que casi la mitad -44,5%- de los adolescentes prueba fumar por primera vez entre los 12 y 13 años, y 1 de cada 5 -21,6%- lo hace a los 11 años o menos.

 

Sin embargo, la evolución de las cifras del consumo actual, es decir en el último mes, resulta alentadora: en 2009, 20% de los estudiantes secundarios fumaba, mientras que en 2014 descendió a un 15%.

 

Gustavo Reig, coordinador del Plan Provincial de Adicciones, indicó que la encuesta del Observatorio Argentino de Drogas (dependiente del Sedronar) arrojó que en Mendoza más del 60% de los adolescentes había consumido alcohol en el último mes (por encima de la media nacional).

 

De todos modos, aclaró que no significa necesariamente que se trate de un consumo problemático, ya que éste implica un deterioro físico, psíquico, familiar o social.

 

Reig planteó que el incremento en el consumo de alcohol está relacionado en parte con la ingesta episódica, es decir la vinculada a la diversión o nocturnidad, que no es percibida como un problema sino como algo normal.

 

Esto, pese a que puede llegar a una intoxicación aguda, que a su vez conduce a accidentes de tránsito, peleas, relaciones sexuales no consentidas o inseguras. Y sin considerar los efectos a largo plazo en la salud, ya que puede generar daño hepático, al corazón y el sistema circulatorio.

 

Crecen los energizantes

 

El especialista expresó que cuando un joven presenta signos de estar intoxicado, particularmente si ha perdido la conciencia, se lo debe llevar de inmediato a la guardia de un hospital, donde debe ser asistido. En estos centros asistenciales se le hará un dosaje de sustancias legales e ilegales, pero destacó que sirve para llegar a un diagnóstico -en muchos casos se ha ingerido una mezcla- y no para realizar una denuncia.

 

Otro dato llamativo del relevamiento nacional es que el 25% de los estudiantes secundarios consultados manifestó haber consumido bebidas energizantes en los últimos 30 días. De ellos, 81,6% lo hizo de modo combinado con alcohol. Gustavo Reig destacó que en los bares y boliches se suelen ofrecer promociones para combinar estimulantes con vodka o espumantes, y que como producen un efecto que los “levanta”, compran más tragos con alcohol.

 

Alcohol versus tabaco

 

El médico neumonólogo Ramón Alchapar, titular del Programa de Cesación Tabáquica del Hospital Lencinas, coincidió en que se ha producido una disminución en el consumo de cigarrillos en todas las edades, aunque en Mendoza todavía no es tan marcada. Esto fue favorecido por la prohibición de fumar en espacios públicos, que empoderó a los no fumadores y limitó a quienes fuman.

 

Pese a eso, advirtió que se están usando otras modalidades de consumo de tabaco, como los narguile o pipas de agua, que equivalen a fumar 20 cigarrillos y contienen otras sustancias tóxicas.

 

O los cigarrillos electrónicos, que si bien la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) sigue prohibiendo su importación y comercialización en Argentina, en países vecinos se consiguen y los están utilizando incluso personas que no habían fumado antes. Además, su contenido de nicotina tiene un efecto estimulante.

 

El coordinador del Plan Provincial de Adicciones consideró que las campañas de espacios libres de humo, como también el marco legal que restringió la publicidad de tabaco, ayudaron a que disminuyera el consumo.

 

Asimismo, se dejó de vincular el fumar con conceptos como el éxito o la diversión, algo que todavía no ocurre con el alcohol. De hecho, señaló que hay una subestimación del efecto del consumo excesivo de bebidas alcohólicas.

 

Población con alto riesgo de suicidio

 

El análisis de la “Situación de Salud de las y los Adolescentes en la Argentina” incluye un estudio sobre la mortalidad. La causa más frecuente de muerte en esta franja etárea son las lesiones no intencionales -en su mayoría accidentes de tránsito-, que representan casi un 30%, seguidas por los suicidios (13%) y los homicidios (8,9%).

 

Sobre la segunda, hay un dato preocupante: desde principios de la década del ‘90 a la actualidad, la mortalidad por suicidios en adolescentes se triplicó en el país. De hecho, se los considera una población de alto riesgo, ya que los grupos mayores de 55 años registraron una disminución significativa en la tasa de muertes autoinflingidas entre 2000 y 2013, mientras que los grupos menores de 35 crecieron considerablemente. La franja de 15 a 24 años pasó de 8,7% a 12,7% en este período.

 

Otros indicadores, vinculados al suicidio, resultan llamativos: 16,9% de los consultados en la Encuesta Mundial de Salud Escolar (2012) consideró seriamente la posibilidad de suicidarse en los últimos 12 meses y 16,1% hizo un plan acerca de cómo hacerlo.

 

Asimismo, 27% se sintió tan triste o desesperado casi todos los días durante por lo menos dos semanas consecutivas que dejó de hacer sus actividades habituales, y 9,3% se sintió solo siempre o casi siempre durante el último año.

 

El estudio

 

El Ministerio de Salud de la Nación y Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) presentaron recientemente los resultados del informe “Situación de Salud de las y los Adolescentes en la Argentina”, que aborda distintos aspectos de esa problemática.

 

En el apartado que analiza el consumo de sustancias se tomaron datos del VI Estudio Nacional sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas en Estudiantes de Enseñanza Media, realizado en 2014 por el Observatorio Argentino de Drogas, que depende de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar).