Aunque no existen datos oficiales de despidos por empresas productoras, en el rubro creen que hubo más desvinculaciones en la plantilla administrativa que en la boca del pozo.
El 40% del parque de equipos de producción de petróleo fue desactivado en los últimos doce meses en el megayacimiento de hidrocarburos no convencionales Vaca Muerta.
En un año, Neuquén perdió 56 equipos petroleros, un 40% del parque que existía hasta fines de 2015: a octubre quedaban en los campos de la región 85 torres, contra 141 que había en el mismo mes del año pasado, según datos del ministerio rionegrino de Energía.
Pese a la enorme merma en la actividad, que afectó los niveles de producción y de perforación aunque en proporciones mucho menores de las esperadas, el impacto en puestos de empleo en los yacimientos fue muy bajo.
Aunque no existen datos oficiales de despidos por empresas productoras del sector hidrocarburífero, en el rubro creen que hubo más desvinculaciones en la plantilla administrativa que en la boca del pozo.
La explicación de ese fuelle que amortiguó el impacto social de la menor actividad fue un acuerdo entre el sindicato, YPF y algunas contratistas para seguir pagando los sueldos a los 1700 operarios de unos 33 equipos que estuvieron en suspenso desde febrero y fueron recientemente dados de baja.
El costo de tener esos equipos en suspenso fue de unos u$s 100 millones para la compañía que controla mayoritariamente el Estado nacional, lo que equivale a unos 10 pozos en Vaca Muerta.
El Cronista.