De nada le sirve a las entidades tener bolsas llenas de papeles. Las cambian por dinero electrónico que se deposita en cuentas del Banco Central (BCRA) en el exterior.
En un año en el que los brotes verdes no abundan una actividad impensada retomó la senda de crecimiento. En los últimos días, como consecuencia del blanqueo, bancos locales exportaron dólares físicos a los Estados Unidos.
El proceso, en realidad, es técnicamente una digitalización de las divisas que estaban en los colchones de los ahorristas y que ingresaron al sistema formal durante el primer tramo del blanqueo, el destinado a dinero en efectivo en el país. Como los bancos no encuentran utilidad alguna en tener bolsas llenas de papeles, las cambian por dinero electrónico que se deposita en cuentas del Banco Central (BCRA) en el exterior.
La primera exportación completa concluyó el viernes pasado. Ese día las reservas sumaron u$s 262 millones de los cuales, aunque fuentes oficiales no pudieron precisar la cifra, la mayor parte eran dólares del blanqueo que viajaron a los Estados Unidos y se transformaron en tenencias electrónicas del BCRA.
Las reservas llegaron ayer a los u$s 37.594 millones, suben u$s 12.031 millones en el año y u$s 7692 millones desde fines de septiembre.
De acuerdo a las necesidades de los bancos que mayor participación tuvieron en el blanqueo, dos de los más grandes retailers captaron cerca de u$s 4000 millones, el ingreso hormiga de divisas a las reservas por esta vía seguirá notándose en los datos de tenencias del BCRA de cada día.
Según datos que hicieron públicos la AFIP y el Ministerio de Hacienda el 22 de noviembre pasado, un día después de la fecha límite para depositar el dinero declarado, los argentinos blanquearon u$s 7185 millones en efectivo durante el primer tramo del sinceramiento fiscal (los bienes exteriorizados superaban los u$s 21.000 millones a esa fecha, pero a los bancos sólo le estorba el dinero físico).
La afluencia de ese dinero que estaba en cajas de seguridad y otros refugios generó un desafío a los bancos. Hoy por hoy, el dinero físico tiene muy poca utilidad: una parte se puede usar para las necesidades de las sucursales o para algún cliente que hace una operación inmobiliaria en efectivo, pero eso es muy poco dinero. Lo que queda se acumula en bóvedas y no puede ser utilizado para destinar a activos en dólares ni colocar en préstamos al sector privado o, como se permitió recientemente, a la suscripción de emisiones de deuda del Tesoro. Para los bancos involucrados es almacenar un bien con costos logísticos y rendimiento cero.
También trajo problemas regulatorios para las entidades. En octubre, el BCRA tuvo que dejar de computar en el cálculo de su Posición General de Cambios (PGC) los dólares que ingresan en efectivo en los bancos por el sinceramiento fiscal. La autoridad monetaria obliga a las entidades a que las tenencias de moneda extranjera en efectivo no sean mayores mayores a alrededor del 15% de su patrimonio (la cifra varía por banco) y, en caso de superar ese nivel, están obligados a venderle al BCRA esas tenencias. Varios tuvieron que vender.
Cuando el BCRA alivió la situación de los bancos, las reservas cayeron u$s 1030 millones en un sólo día, cuando los bancos dejaron de encajar ese dinero del blanqueo. Ahora, la digitalización de los dólares del blanqueo hace que ese dinero esté en las cuentas corresponsales de los bancos en los Estados Unidos y vuelvan a pesar en reservas.
El Cronista.