El muchacho se hacía pasar por el hijo del encargado de un supermercado y buscaba chicas de humilde procedencia.El hombre utilizaba Facebook para ofrecer trabajo en un supermercado a mujeres a cambio de sexo. Al menos cuatro jóvenes denunciaron haber sido víctimas del engaño. El inescrupuloso fue detenido durante algunas horas y luego recuperó la libertad porque la maniobra no representa un delito: las mujeres fueron engañadas pero «prestaron su consentimiento».
El sujeto
En su página de Facebook se hacía llamar Sebastián Peralta pero su verdadera identidad es Sergio Pérez Ramírez (24), vive en Costa de Araujo, Lavalle, según declaró.
«El buscaba mujeres con necesidades económicas, con hijos. Ellas accedieron porque necesitaban un trabajo urgente. Es increíble que alguien así no esté preso», explicó Marisa R., quien no sólo fue la denunciante, sino que también se prestó como «carnada» para que Pérez fuera detenido, al menos por unas horas.
4 victimas
En la fiscalía de Godoy Cruz declararon tres mujeres de 33 años y una de 18 que confirmaron la versión de la denunciante, pues ellas cayeron en el engaño.
Modus operandi
Pérez se presentaba como hijo del encargado de un importante supermercado y entonces les ofrecía a las mujeres un trabajo, siempre y cuando cumplieran con una condición: tener sexo. «¿Tengo que pagarte algo?», preguntó una joven. «No, no, con que te acuestes conmigo es suficiente», le contestó él cuando la comunicación ya era por WhatsApp.
Una chica de 18 años que casi cae en la trampa -fue salvada por su madre, quien le prohibió ir a la cita- le dijo que necesitaba una chica para modelar ropa para Carrefour. Luego la citó en la Terminal y de ahí la iba a llevar a un departamento céntrico.
A una de las mujeres con las que llegó a intimar la llevó hasta la puerta de una de sucursales de Carrefour, la hizo esperar fuera mientras él ingresó con el currículum de la joven. Al salir le dijo que la semana entrante la iban a llamar. Como no pasaba nada, ella lo volvió a contactar y él le dijo que «le habían dado el empleo a otra y que cuando surgiera una vacante la iban a llamar». Nunca la llamaron, claro.