El presidente del Comité Capital Hugo Cabral, se expresó respecto al balance realizado por el intendente de Resistencia, Jorge Capitanich.
Luego de haber recibido el informe de parte de los cuadros técnicos del Comité, en el cual demuestran las promesas incumplidas, los problemas que existen en la ciudad y las falsas promesas esgrimidas por el intendente de Resistencia.
“A nosotros nos interesa que a Resistencia y sus vecinos les vaya bien. Por eso, las cosas que estén mal, las vamos a marcar, vamos a informarlas y vamos a luchar para que se corrijan. De igual modo, las cosas que estén bien, vamos a acompañar, como lo han hecho nuestros concejales en el Concejo Municipal” afirmó el presidente de UCR Capital.
«Cuando nos tocó tener la responsabilidad de conducir los destinos de Resistencia. Hemos logrado grandes cosas. No queremos que eso se pierda. Por ello, celebramos que se continúe con la aplicación de diferentes políticas públicas que se iniciaron en el gobierno de Aída Ayala, así como también, pedimos explicaciones de aquellas que ya no se continuaron, y que estaban insertas en las costumbres de Resistencia, como por ejemplo la Estudiantina».
Y señaló que «desde el lugar que nos toca, seguimos haciendo todos los esfuerzos para darle a los resistencianos la ciudad que se merecen. Ese esfuerzo, compromiso y responsabilidad, seguirán estando como siempre».
A continuación, la postura de la UCR respecto a diversos puntos
PAVIMENTO
«El actual Intendente pretende comparar algunas cuadras de pavimento con el mayor plan de obras públicas de la ciudad de Resistencia que ejecutaron las administraciones municipales de la UCR.
Capitanich cree que pavimentar algunas calles es toda la obra pública que necesita la ciudad. Pero no solo se equivoca en ello, sino que además miente con números y estadísticas acomodados a su relato.
Hacer solo pavimento no es lo mismo que ejecutar obras integrales en más de veinte avenidas de la ciudad, todas con desagües pluviales troncales y renovación de redes de agua, con cloacas, con tendido de fibra óptica y telefonía, con iluminación, señalización vertical y horizontal, con semaforización, con parquizacion, y otra serie de cuestiones, que implican, naturalmente, el doble de inversión que solamente el pavimento.
Hacer pavimento no es lo mismo que ejecutar obras que fueron postergadas por años, como lo fueron en Villa San Juan y Villa Los Lirios, donde se construyeron desagües troncales, resolviendo definitivamente esas cuencas y permitiendo, ahora sí, la ejecución de pavimento en esa zona. Hacer solo pavimento tampoco es lo mismo que concretar obras que hoy son emblemáticas para la ciudad de Resistencia, como la Peatonal, el Paseo Costanero, la refacción de las plazas 9 de Julio y 12 de Octubre, el Parque de la Laguna Arguello y más de cien plazas y espacios públicos en distintos barrios de Resistencia. Todo esto, con recursos municipales solamente, ya que los concejales de Capitanich jamás autorizaron a la Intendente a tomar créditos, mostrando así que nunca les interesaron los vecinos de Resistencia.
Pero incluso, habiendo realizado pavimento urbano, Capitanich vuelve a mentirles a los vecinos. Afirma que serán 120 las cuadras pavimentadas por su gestión para fines de 2016, pero al ver la integración de la lista que el mismo Municipio afirma haber pavimentado, existen trabajos –más de la mitad- que no han sido efectuados por la gestión Capitanich, sino por la provincia. Es decir, que aún en la mentira, miente todavía más.
“DISCRIMINACIÓN”
En su mendaz balance de gestión, Capitanich se queja de no recibir fondos nacionales. Sin embargo, los vecinos de Resistencia deben saber que, en este 2016, más del 70% del Presupuesto Municipal se financia con recursos de origen nacional o provincial, y que el Gobierno Nacional distribuye a todas las jurisdicciones, sin importar las banderas políticas. Muy diferente al kirchnerismo, desde luego.
Es un chiste escucharlo a Capitanich hablar de federalismo, después de haber sido parte del gobierno más unitario desde el punto de vista fiscal de la historia argentina; que concentró recursos y debilito sistemáticamente al federalismo, las instituciones y la República y en consecuencia distribuyó fondos en forma discrecional y arbitraria entre gobernadores e intendentes amigos.
Por otro lado, la infundada y sistemática queja del Intendente Kirchnerista en relación a que Resistencia está recibiendo menos fondos que otros años, no tiene ningún sustento técnico ni político, ya que en este 2016, a Noviembre, Resistencia recibió casi $ 1.200 millones, un 30% más de recursos coparticipables que en igual periodo del 2015.
Adicionalmente a estos recursos, que incluyen una parte de la devolución del 15% de precoparticipacion, y en virtud a asistencias financieras del gobierno nacional, Capitanich recibirá este año (además) un crédito de más de $ 67 millones provenientes del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses. Es bueno recordar que durante toda la gestión de Aida Ayala, la Municipalidad de Resistencia no recibió un solo peso de asistencia financiera ni del gobierno nacional, ni del gobierno provincial. Eso sí se llama discriminación por la pertenencia a otro partido político.
“¿DISCRIMINACIÓN? EL CASO CAF”
Capitanich vuelve a referirse a un caso de discriminación política del gobierno nacional, afirmando que “le sacaron” el crédito de la Corporación Andina de Fomento (CAF) que habría estado acordado para Resistencia. Han sido numerosas las declaraciones falaces de Capitanich, cuando la verdad es que, tal como lo afirmamos en todas las oportunidades, es el Gobierno Provincial quien debería reafirmar ante el Gobierno Nacional la voluntad explícita de cuál sería el destino que se le daría a estos fondos, que organismo sería el encargado de licitar y de ejecutar, cuáles serían las obras, enviar los proyectos, y la Cámara de Diputados tendría que tomar conocimiento e intervenir en el tema. Nadie se opone a la realización de obras básicas para Resistencia y el Chaco, lo que se exige es claridad y transparencia tanto en la obtención de los recursos como en su aplicación. La nueva administración nacional es muy cuidadosa en que no se vuelvan a cometer los errores que se cometieron en la última década.
Capitanich debe entender que las cosas no se manejan a su gusto y capricho, como acostumbró durante 8 años. Hay procesos que cumplir, rendiciones que realizar, todo en pos de la mejora institucional y la lucha por terminar con la corrupción, de la que él fue parte activa.
LA MENTIRA DEL MUNICIPIO DESFINANCIADO
Otro de los caballitos de batalla (y de mentira, por supuesto) de Capitanich, fue la afirmación de que la gestión de Aída Ayala dejó la municipalidad sin plata en la caja y desfinanciada.
Lo primero es una total falsedad, los saldos bancarios y la Cuentas de la Municipalidad de Resistencia arrojaban al 10 de diciembre del 2015 un saldo total de $ 115 millones, con una proyección para el 31 de diciembre de $ 216 millones.
Y para lo segundo, apeló a un relato donde se recurre frecuentemente a un Informe del Tribunal de Cuentas, que en realidad es solo un informe normal en los cambios de autoridades en el Municipio de Resistencia, que carece de la versión o respuesta de empleados de línea de la Municipalidad y el cual, de ninguna manera es una opinión fundada sobre la que se aprobara o desaprobara la cuenta del ejercicio. Allí se informa una deuda flotante de $659 millones, donde es importante aclarar que de estos $659 M, $ 219 M corresponden a sueldos y retenciones del mes de noviembre del 2015, que se cancelan íntegramente en el mes de Diciembre del 2015, con lo cual la deuda flotante a acreedores en general al 9/12 rondaría –luego de detraer esos conceptos salariales– los $440 M.
En este punto hay que tener en cuenta que con muchos de ellos existen deudas reciprocas, que son susceptibles de ser compensadas, por ejemplo con SECHEEP, SAMEEP, Gobierno Provincial, Gobierno Nacional, etc., por lo cual no son exigibles inmediatamente. El saldo restante, no era para nada condicionante para la gestión, ya que durante los meses de enero, febrero y marzo, los recursos propios alcanzaban muy buenos niveles de recaudación en virtud del pago anticipado de patentes, inmobiliario y tasas que realizan muchos contribuyentes de la ciudad. La única realidad es que, las cuentas de la Municipalidad de Resistencia hasta el 2014, fueron todas aprobadas por el Tribunal de Cuentas.
Cuando la UCR asumió la Intendencia de Resistencia, heredó una deuda equivalente a dos presupuestos municipales, y con responsabilidad y esfuerzos se pagó la fiesta que hicieron los justicialistas en la Municipalidad. A diferencia de ellos, Aída Ayala les entregó un Municipio ordenado, sustentable y eficiente.
El relato de Capitanich también miente cuando quiere dejar por confirmada la versión de que la Municipalidad tiene 5.000 empleados. Basta mirar el proyecto de presupuesto para el 2017 para verificar en la estructura de cargos que la totalidad del personal es de 3.500 empleados.
Es curioso como el actual Intendente critica el manejo de recursos humanos de la anterior gestión municipal, cuando en la provincia duplicó la cantidad de empleados en la administración pública y empresas del estado provincial, condicionando severamente la gestión de su sucesor en la Gobernación, y comprometiendo todos los meses en sueldos, no solo lo que la provincia recibe de coparticipación, sino también la recaudación propia de la provincia.
EL IMPUESTAZO
El impuestazo que aplicó Capitanich a finales de 2015, recién asumido en la Intendencia, y el que pretende aplicar ahora, es una muestra que su único interés es la recaudación, aun cuando eso afecta al bolsillo de los vecinos.
Capitanich en diciembre de 2015 ya incrementó un 66% el impuesto inmobiliario, un 35% las patentes y un 50% las tasas y servicios, en un escenario donde no se justifica tamaños incrementos porque recibió de la gestión radical un municipio saneado, que no solo podía afronta normalmente los pagos salariales sino también el funcionamiento mismo de la municipalidad y sus servicios.
Con ello, Capitanich y sus concejales lograron que suba el peso de los impuestos en el bolsillo de los vecinos, afectando notoriamente a los que menos tienen. Se equivoca el Intendente, va por el rumbo erróneo. Mientras que el Gobierno nacional está tomando medidas tendientes para aliviar el bolsillo de los argentinos, acá se ven los vestigios del kirchnerismo en manos de Capitanich, que avanza hacia la suba de impuestos. Él recibió un municipio económica y financieramente sustentable, pero ya demostró en la provincia que no sabe administrar, y la terminó fundiendo.
LO UNICO QUE FUNCIONA, LAS POLÍTICAS PÚBLICAS INICIADAS POR AIDA
La verdad, es que lo único que más o menos está funcionando, a pesar de las descalificaciones de Capitanich en la campaña electoral, son las políticas de estado que implementó Aída Ayala. No está mal reconocer lo positivo de que las políticas de estado tengan continuidad, más allá de pequeños cambios en quienes las llevan adelante en función de la voluntad popular. Son los vecinos los que se benefician cuando políticas públicas se fortalecen con la continuidad en su aplicación.
Nos referimos básicamente, por ejemplo, a la continuidad en el esquema de diálogo permanente con los trabajadores municipales y su Sindicato, esquema que en la administración de Aida Ayala fue uno de los pilares de su modelo de gestión. Nos parece sensato que el actual intendente haya modificado su postura anterior de confrontación con el Sindicato de Trabajadores Municipales, al cual tanto el cómo el Presidente del Concejo calificaron en duros términos oportunamente.
También debemos mencionar la continuidad en el esquema de recolección de residuos sólidos urbanos, el cual mantiene el mismo esquema tanto en la recolección, el transporte y la disposición final. En el mismo sentido, se destaca la continuidad en el funcionamiento del 0800, de atención al vecino, el cual hasta mantiene el mismo número (0800 55 55 055) y funciona en un esquema similar al que estaba vigente en la anterior gestión.
El sistema de gestión del EMI, Estacionamiento Medido Inteligente, iniciativa moderna, innovadora, no solo fue ratificado en su continuidad, sino que fue ampliada la zona en la que se aplica. También esta iniciativa de Aida Ayala fue duramente cuestionada al inicio de su implementación por parte de Capitanich y sus funcionarios, pero ahora, la mantienen en vigencia.
El Plan Director de Obras Publicas de la Municipalidad de Resistencia diseñado durante la anterior gestión, está siendo llevado adelante sin ningún contratiempo, tanto los proyectos como los recursos están perfectamente analizados y se llevan adelante sin ningún contratiempo. Claro ejemplo de ello es la concreción de la continuidad de la Avenida Italia, como así también la Avenida Edison y la Vuelta de Obligado, todas obras cuyos proyectos ejecutivos estaban aprobados y calzados financieramente ya el año pasado.
También el Black Friday tuvo continuidad en esta gestión, iniciativa que la anterior gestión municipal impulso junto con la Cámara de Comercio, tomando como base la primer experiencia que se desarrollaba en Posadas Misiones.
Por último, no podemos dejar de mencionar la continuidad del Fondo Fiduciario Municipal para Obras de Infraestructura, herramienta financiera creada por iniciativa de la Ing. Aida Ayala, y que hoy le permite a Capitanich financiar múltiples obras para la ciudad. No olvidamos la feroz crítica del PJ a este mecanismo de financiación, que incluso llevo a concejales de Capitanich a presentaciones judiciales que lamentablemente demoraron unos meses el inicio de la Pavimentación, iluminación y señalización de la Avenida Urquiza, obra que se financio íntegramente a través de este esquema.
PROMESAS INCUMPLIDAS
Capitanich basó su campaña en promesas que quedaron, como es costumbre en él, en la nada. Durante todo el 2015 escuchamos como, sin ningún tipo de pudor, Capitanich prometió 5.000 cuadras de pavimento en la ciudad, que si nos basamos en el ritmo que viene trayendo, está lejos de cumplir su promesa en su gestión. Pero, además, incumple su promesa de pavimentar y mejorar los accesos a los barrios y permitir la ampliación de recorridos de colectivos, algo muy demandado por la sociedad y que el Intendente no le da respuestas.
Capitanich también prometió mejorar el transporte público de pasajeros, con 10 unidades nuevas para el transporte ferroviario, veredas sin obstáculos y más estacionamiento. Pero lo que se observa en la ciudad, es un caos vehicular sin precedentes, un transporte público que no satisface las necesidades de la gente, y tenemos que lamentar todas las semanas que una persona fallece producto de accidentes de tránsito: Capitanich no sabe qué hacer con el tránsito y el transporte.
Respecto al sistema de transporte público, Capitanich declaró una emergencia como parche para no resolver las cuestiones de fondos, no avanzó con la licitación, confrontó con los empresarios y condenó a que los vecinos sigan viajando mal. Pero no solo eso: sin ningún tipo de consenso previo, implementó carriles exclusivos para colectivos en las cuatro avenidas principales de la ciudad. La unilateralidad de la decisión trajo sus consecuencias: estrepitoso fracaso de la medida.
También, el Intendente prometió seis luminarias led por cuadra, que se suma a las promesas que hizo como Gobernador, y que hoy los resultados están a la vista: una ciudad oscura, que no la iluminó cuando era responsable de Secheep, y que ahora le echa la culpa por algo que él no se encargó de solucionar.
Capitanich prometió terminar con el problema de residuos en la ciudad. Pero en lugar de continuar un trabajo conjunto, estudiado y planificado, decidió llevar la interna política del PJ a la gestión: pelearse con la provincia por un centro de disposición que viola todas las normas existentes.
Por otro lado, Capitanich critico arduamente la estructura del gabinete municipal de la gestión de Aída Ayala, y prometió achicarla y eficientizarla. Por lo contrario, mantiene una estructura de personal de gabinete muy superior a la dejada por la anterior gestión.
El Presupuesto Participativo, iniciativa contemplada en la Carta Orgánica Municipal y que ha sido eje de la participación ciudadana en Resistencia, fue completamente abandonada por Capitanich, y los vecinos no han tenido la posibilidad de decidir sobre las obras fundamentales para sus barrios. Y no solo ello, sino que además, no la incluyó en el proyecto de Presupuesto 2017, constituyendo ese acto en dos cosas: la violación a la Carta Orgánica Municipal, y el completo desinterés en que los vecinos de Resistencia decidan por su ciudad».