Se trata del chico de 14 años que recibió un balazo en la cabeza por parte de delincuentes. El adolescente iba junto a su abuelo en auto, lo que generó sospechas de persecución en los malvivientes y su violenta respuesta a tiros.
El chico quedó con muerte cerebral luego de lo sucedido, más allá de haber sido trasladado inmediatamente al hospital Piñeiro donde fue operado.
Posteriormente lo llevaron al hospital de niños Ricardo Gutiérrez, y allí quedó internado pero en un esto de gravedad extrema.
Su familia finalmente lo desconectó del respirador artificial y decidió que descanse en paz ya que no había más nada por hacer para recuperar su vida.