Planean vender parte del predio de la AFA y sostener la gratuidad en TV durante 2017

Nacionales

Que el Fútbol Para Todos (FPT) dejará de existir dentro de dos semanas es algo de lo que los dirigentes de los clubes se terminaron de convencer tras su paso por la Casa Rosada. Que pese a ello en el gobierno sigan circulando ideas sobre cómo sacar al fútbol de la ciénaga es, en cambio, algo que podría sorprender a varios de ellos.

Las ideas están planteadas con precisión en el informe que Fernando Marín , director del FPT, dejó a principios de mes en el escritorio del presidente de la Nación, Mauricio Macri.

Un informe del que también recibieron copia el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, y el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Bajo el título de «Aspectos relevantes del programa FPT», Marín firmó un balance, que incluye aspectos esperables (la salida del Estado del FPT «se ha desarrollado sin mayores complicaciones y con buenos resultados») y otros no tanto.

¿Por ejemplo? Uno es la intención explícita de que la gratuidad en la TV se mantenga durante todo el año próximo («con matices»). Otro, una propuesta para que los nuevos dueños de los derechos del fútbol argentino absorban parte de los empleados del FPT y evitar así que queden en la calle. ¿Por qué aceptaría eso Turner, Fox, ESPN o IMG? Porque a cambio de mantener esas fuentes de trabajo, el Estado podría cederles los ingresos publicitarios previstos para el primer semestre de 2017, unos 160 millones de pesos.

La propuesta más impactante afecta directamente a la AFA, porque el escrito de Marín propone que se venda un sector del predio de Ezeiza en el que hay un edificio a medio construir, hoy paralizado, para «reducir la deuda que la AFA mantiene con el Estado Nacional». La AFA, a la que se le adjudica un «patrimonio neto negativo», se trasladaría en su totalidad a Ezeiza y el edificio de la calle Viamonte se pondría en alquiler.

 

Bajo la premisa de que el Estado no debe «perjudicar» al fútbol, pero tampoco «sostenerlo», el balance de lo hecho entre diciembre de 2015 y diciembre de 2016 es, según los responsables del FPT, muy positivo. Entre los puntos destacados figura la despolitización «completa» de la pantalla, la presencia del fútbol en los cinco canales de aire, el mantenimiento de la gratuidad («premisa prometida como eje de campaña»), la extensión de las transmisiones «a nivel nacional», la disminución del «costo de producción» y el logro de «ingresos por los derechos de televisación que adquirieron los canales de aire».
Otro de los puntos positivos que menciona el informe es el «orden, mejora y cumplimiento de la planificación de los horarios de los partidos» para ofrecer un cronograma completo «con días, horarios y pantallas». En el texto también se confirma que las negociaciones con Turner, Fox, ESPN e IMG (las productoras que menciona) incluyen «la posible gratuidad hasta la finalización del campeonato vigente con un importe inicial ofrecido de 2.200 millones de pesos». Se destaca, también, que «en la industria del fútbol a nivel global (televisión y derechos de imagen) no hay más de cuatro o cinco empresas especializadas que puedan interesarse en el producto».

Que exista un balance no significa que aquellos que lo hicieron se llamen a retiro. Marín seguirá en su puesto para desmontar ordenadamente la estructura del FPT, y los clubes quizás puedan incluso llevarse una cifra por determinar (¿200 millones?) como «obsequio» de despedida, aunque el gobierno les seguirá respirando en la nuca, porque Marín continuará siendo auditor en la AFA, con aval de la FIFA, para controlar unos meses que deben cerrarse con el llamado a elecciones.