Greenpeace lo acusa de deforestar ilegalmente y de intimidar y agredir a una comunidad indígena.
La organización ambientalista Greenpeace ya recolectó más de cien mil firmas para una carta en la que le pide al dueño de la marca de gaseosas Manaos que desista de un proyecto de desmonte en Río Hondo, Santiago del Estero.
El empresario Orlando Canido tiene emprendimientos agropecuarios en la zona y la ONG lo acusa de haber deforestado de modo ilegal 500 hectáreas y de haber intimidado y atacado a una comunidad indígena que habita el lugar. En uno de esos episodios intimidatorios, uno de los miembros de la comunidad indígena recibió un balazo en una pierna.
Canido, por su parte, argumenta en ámbitos judiciales que sus tierras fueron ocupadas recientemente y de modo ilegítimo.
En el marco de esta disputa, después de denunciar las agresiones en una nota a la gobernadora de la provincia, Greenpeace lanzó una campaña para juntar firmas para una carta dirigida al empresario que esta mañana ya había recibido más de 104 mil adhesiones.
La breve carta dice textualmente:
Sr. Orlando Canido:
Solicitamos desista del proyecto de desmonte en tierras comunitarias de los campesinos indígenas que habitan Bajo Hondo, por cuanto afecta de manera irreversible su forma de vida, despojándoles de sus recursos y contaminando el ambiente con el uso de agroquímicos.
Asimismo que instruya a sus empleados para el cese de la violencia en la zona.
Atentamente.
Según Greenpeace, Canido, a pesar de los constantes reclamos de organizaciones campesinas y sociales, ya arrasó ilegalmente 500 hectáreas de bosque en una finca donde viven 60 familias campesinas e indígenas.
Hernán Giardini, coordinador de la Campaña de Bosques, de Greenpeace, le contó a Clarín que la Justicia le impuso a Canido una restricción de acercamiento a la comunidad agredida.
Clarin.
