«Nos costaba alquilar porque había un estigma de los propietarios sobre qué tipo de local queríamos poner, enseguida te relacionan con algo nocturno o antro, y otra dificultad fue lo costoso que es todo, así que decidí remodelar mi casa y la peluquería abre sus puertas aquí», explicó la presidenta de la cooperativa.
Una cooperativa de trabajo, integrada por personas trans y travestis que decidieron salir de la prostitución, fue presentada en la ciudad de La Plata, con el objetivo de integrarse al mercado laboral mediante el oficio de peluquería y manicuría.
«Luego de tres años en los que han decidido formarse para ingresar al mercado laboral, hoy han logrado conformar este espacio que les permitirá alejarse no sólo de la calle, sino de las formas de violencia a las que la sociedad las ha desplazado», explicó a Télam Claudia Vázquez Haro, docente, investigadora y presidenta de la agrupación Otrans que generó la cooperativa.
«Las Charapas», el nombre que tendrá el emprendimiento se origina en el gentilicio de las personas originarias de un pueblo en el norte de Perú, desde donde proviene la mayoría de las migrantes que integran el proyecto y que se caracterizan, según Vázquez «por su unión y solidaridad».
Si bien no es la primera cooperativa de trabajo en la provincia de Buenos Aires, -la pionera fue la cooperativa textil Nadia Echazú, inaugurada por la presidenta de la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti Transexual (Alitt) y activista fallecida Lohana Berkins, en Avellaneda-, si será la primera en actividad que se dedique a la atención estética y que tendrá precios accesibles.
El proyecto se funda en los principios del cooperativismo: autonomía, independencia y educación. «Las bases que han sabido construir las 10 integrantes de Las Charapas en búsqueda de la libertad negada por tantos años de represión y violencia», comentó la dirigente.
La idea surgió cuando entre varias de las que hoy integran la Cooperativa comenzaron a pensar en alternativas a otro tipo de trabajo, lejos del trabajo sexual. «Nos empezamos a reunir y pensar si ellas pudieran conseguir otro trabajo que no sea la prostitución, cuántas dejarían de practicarla y un 75% dijeron que sí», explicó Vázquez.
Desde Otrans, además, se realizó una especie de censo que arrojó los dos sectores que más interesaron a las encuestadas: la peluquería y la gastronomía, el proyecto que va en camino.
El recorrido no fue fácil: obstáculos burocráticos, costos altos y los prejuicios que las acompañaron hasta en la búsqueda del local demoraron el lanzamiento.
«Nos costaba alquilar porque había un estigma de los propietarios sobre qué tipo de local queríamos poner, enseguida te relacionan con algo nocturno o antro, y otra dificultad fue lo costoso que es todo, así que decidí remodelar mi casa y la peluquería abre sus puertas aquí», explicó la presidenta de Otrans, al detallar que el salón funcionará en calle 18 entre 39 y 40 nro 389 de la ciudad de La Plata.
«Esta cooperativa tiene varias aristas para pensar: las integrantes se pagaron sus propios estudios durante tres años trabajando en la calle para poder estar hoy acá, eso es empoderamiento político y tiene que ser ejemplo para que el Estado pueda mirarlo y para que una parte de la sociedad entienda que la mayoría de las chicas trans y travestis no quiere estar en la calle», reflexionó la referente.
Telam.