Esta vez, la última tecnología al servicio del cliente evitó un ilícito. En Seattle, EEUU, un ladrón intentó robar un BMW Serie 5, pero el auto lo dejó encerrado dentro hasta que llegó la Policía.
Según declaró a la prensa el propio dueño del vehículo, cuando se dio cuenta de que había sido robado dio aviso inmediato al Departamento de Policía de Seattle, el que se comunicó en ese momento con el fabricante alemán para dar con la ubicación de la unidad. Pero la empresa fue más allá: no sólo facilitó las coordenadas del vehículo sino que, remotamente, lo bloqueó y cerró desde la centralita para impedir que el ladrón escapara.
Cuando los agentes arribaron al lugar indicado por BMW, hallaron el 550i detenido y en marcha, con el delincuente dormido en el asiento del conductor. “Pudieron bloquear las puertas del auto remotamente, atrapando al sospechoso dentro”, señalaron los policías.
Y para culminar con esta gran captura, se emitió por el sistema de sonido del vehículo un mensaje que decía: “No estoy encerrado aquí contigo, sino que tú estás encerrado aquí conmigo“, una gran cita de la película Watchmen.
Si bien este tipo de tecnología es útil en casos como este, cabe preguntarse hasta qué punto el dueño de un auto tiene realmente privacidad al estar siempre conectado a una central que puede hacer cualquier cosa con él. Incluso hay que pensar lo que sucedería si hackers pudieran controlar remotamente las unidades. Son todos interrogantes que deberán tener en cuenta las automotrices a la hora de pensar en los desarrollos del mañana