El enorme motor de exportación de China frenó por segundo año consecutivo en el 2016, cuando los envíos declinaron por una debilidad persistente de la demanda mundial y en medio del temor a una guerra comercial con Estados Unidos que oscurece las perspectivas para el 2017.
En una semana, los líderes de China sabrán si el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, cumple su promesa de campaña de designar a Pekín como manipulador de divisas en su primer día en el cargo y si lleva a cabo su amenaza de fijar fuertes aranceles a la importación de productos chinos.
Incluso si el gobierno de Trump toma ninguna acción concreta de inmediato, los analistas dicen que el fantasma del deterioro de los lazos comerciales y políticos de Estados Unidos y China probablemente pesará sobre la confianza de los exportadores e inversores de todo el mundo.
China reportó el viernes que sus exportaciones cayeron un 7,7 por ciento y sus importaciones declinaron un 5,5 por ciento en el 2016. El retroceso de las exportaciones fue su segundo declive anual consecutivo y el peor desde la crisis global del 2009.
Será difícil que el comercio exterior mejore este año, sobre todo si la llegada de Trump a la Casa Blanca y otros cambios políticos importantes limitan el crecimiento de las exportaciones chinas por unas mayores medidas proteccionistas, dijo el viernes la agencia de aduanas del país.
«La tendencia anti-globalización se está haciendo cada vez más evidente, y China es su mayor víctima», dijo el portavoz de aduanas Huang Songping a la prensa. «Vamos a prestar mucha atención a la política de comercio exterior después de que Trump asuma la presidencia», sostuvo Huang. Trump ocupará el puesto el 20 de enero.
Las exportaciones de China cayeron un 6,1 por ciento interanual en diciembre, más que lo previsto, mientras que las importaciones superaron levemente las previsiones con un crecimiento de un 3,1 por ciento gracias a una demanda sólida de materias primas.
Un inesperado aumento de un 0,1 por ciento de los envíos en noviembre, si bien leve, había generado esperanzas de que China se estaba poniendo al día con una mejora de las exportaciones vista en otras economías asiáticas.
China reportó un superávit comercial de 40.820 millones de dólares en diciembre frente a los 44.610 millones de dólares de noviembre.
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