El hospital Perrando: «Un gigante olvidado»

Sociedad

El Secretario de UPCP, José Niz, se refirió a la situación que atraviesa la salud de nuestra provincia y la realidad que viven los pacientes y sus familias en el hospital Perrando de Resistencia. Las imágenes hablan por sí mismas. 

 

«Hoy quiero compartir una historia que forma parte de la vida de los trabajadores de Salud Pública, en particular la historia de un gigante ubicado en el centro de la Ciudad de Resistencia, el Hospital Julio C. Perrando.
Un gran hospital que comienza con un objetivo: Enseñar a los ciudadanos a cuidar su “salud” con acciones de “promoción y terreno” que hoy ya no existe, las personas se informan sobre salud/enfermedad como pueden.

Quien no recuerda que no hace mucho tiempo logramos tener un sistema sanitario de punta, atendiendo satisfactoriamente la demanda.
En la actualidad, ese «gigante» se ha debilitado tanto que su situación actual puede asemejarse con la novela “Crónica de una muerte anunciada”.
Las imágenes hablan por sí sola, la realidad que vive el paciente y su familia a la hora de buscar una respuesta en salud…

«Quienes caminamos por el Hospital Perrando, podemos observar servicios desmantelados, desprovistos de de los elementos básicos, (no hay tensiómetros, termómetros), no hay equipamientos de alta complejidad, no hay materiales descartables en cantidad suficiente.
La realidad es que hoy el equipamiento es obsoleto, que retrasan el proceso de atención y diagnóstico, un hecho que solamente “PERJUDICA AL PACIENTE”
Si hablamos del edificio, nos encontramos con un lugar con serias falencias en techos y paredes, con filtraciones y peligrosos desperfectos eléctricos».

«No hay mobiliario nuevo, es decir no hay mobiliario, los trabajadores improvisan con lo que tienen.
Si hablamos de tecnología, los equipos y sistemas informáticos del Gigante Perrando, no funcionan, no tienen conexión ni funcionamiento en red, la digitalización es en este lugar una utopía».


«No es solo lo detallado anteriormente, el Hospital Perrando hoy no cuenta con insumos en cantidad necesaria, no hay medicamentos, ni reactivos, NO EXISTEN GARANTÍAS DE SEGURIDAD».


«La realidad es triste y desoladora, abunda la basura, permanentemente se ven roedores, crece la maleza, las calles del Hospital no están en condiciones paras que el paciente pueda trasladarse sin dificultades, ni hablar de la inaccesibilidad para personas con discapacidad».

«Baños clausurados, solo dos ascensores en funcionamiento, las sillas de ruedas están deterioradas, rotas no hay camas ortopédicas con ruedas para desplazar a los pacientes. EL HOSPITAL PERRANDO NO TIENE REFRIGERACIÓN CENTRAL».
«Observamos que en Salud Publica la política llevada adelante es la IMPROVISACIÓN, cero gestión, contradictorio a lo que se habla hace tiempo, no existe la autogestión, se realiza el recupero de gastos pero no se invierte en el mismo hospital».


«Lejos quedaron los sueños e ilusiones de los trabajadores de salud, que tenían puesta la camiseta y como práctica única, la empatía a favor de la evolución del paciente y el fortalecimiento de nuestro hospital».


«Hoy, ellos están atrapados en la desidia, el abandono y la desilusión, con tristeza miramos al Gigante luchar por mantenerse erguido, tratando de proteger y salvar vidas, con un equipo humano que hace hasta lo imposible poniendo el alma día a día».