La despedida de Jorge Cura, quien falleció días atrás a causa de un evitable accidente de tránsito, llenó de angustia a la sociedad que sabía de las bondades del empresario. En su cuenta de Facebook, su hija lo despidió con una emotiva carta, calificando a su padre como «una persona especial que tocó el corazón de mucha gente».
La carta de Guadalupe Cura dice:
«Mi papá era una persona especial. Es natural que yo diga esto porque yo soy su hija y para los hijos los papas siempre son especiales.
Pero, Jorge, mi papá, era especial para mucha gente. Él logró tocar el corazón de muchos. Dejar huellas.
Jorge fue un hombre bueno, la bondad en su máxima expresión; generoso, inteligente, sensible, alegre, divertido, mágico…
Familiero, amiguero, comprometido con su gente.
Maravilloso, un ser maravilloso y así lo tenemos que recordar. A pesar de la tristeza que hoy nos desborda. ¡Qué orgullo ser tu hija!.
Él siempre estuvo conmigo y yo con él; y hoy sin estarlo sigue conmigo y siempre lo estará.
La vida me enseñó a no buscar explicaciones donde no las hay.
Jorge, ‘el hombre que hablaba en los funerales’, solía cargarlo yo. Y él podía hacerlo porque dignificaba la vida y amó la vida hasta su último suspiro.
Muchas veces bromeamos sobre qué diría yo el día de su muerte…Aún no puedo creer que esto esté sucediendo…es surrealista.
Papá decía que Gonza era un superhéroe, que tenía el poder de crear felicidad y de enseñarnos a ser felices simplemente.
Papa también era un superhéroe, tenía el poder de mejorar la vida de quien se cruzara en su camino. A todos nos ayudó.
Yo también fui imprudente al volante alguna vez, como la mayoría de los argentinos. Que la trágica circunstancia de su partida nos sirva para tomar conciencia, pero por favor, no nos llenemos de bronca ni de resentimientos, sentimientos que solo dañan. Llenémonos de amor, de su inmenso amor, del amor que construye, que tanto dio y recibió.
Que esto sirva para tomar conciencia, empezando por nosotros mismos.
Muchas veces con papá hablábamos sobre cómo cambiar el mundo y él me decía: ‘Guadi no vamos a cambiar el mundo, pero podemos cambiar nuestro entorno’ y si cada uno mejora su entorno, si cada uno hace un pequeño cambio, entonces el cambio será grande y viviremos en un mundo mejor.
Ese es su legado, nos deja un mundo un poquito mejor.
Su ejemplo nos guiará”.