Francisco pide condiciones de vida dignas para los presos

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El Papa lamentó la «masacre» ocurrida el lunes en una cárcel de la ciudad amazónica de Manaos, en el norte de Brasil, donde 56 presos murieron como resultado de una pelea entre bandas rivales.

El papa Francisco pidió «condiciones de vida dignas» para los detenidos al lamentarse hoy de la «masacre» ocurrida el lunes en una cárcel de la ciudad amazónica de Manaos, en el norte de Brasil, donde 56 presos murieron como resultado de una pelea entre bandas rivales.

«Expreso dolor y preocupación por lo sucedido. Invito a rezar por los difuntos, por sus familiares, por todos los detenidos en esa cárcel y por los que allí trabajan», dijo ante unos 5000 fieles en el Aula Paulo VI del Vaticano, durante la tradicional audiencia general de los días miércoles.

«Renuevo el llamado para que los institutos penitenciarios sean lugares de reeducación y de reinserción social, y que las condiciones de vida de los detenidos sean dignas de personas humanas», señaló Francisco luego de lamentarse del «violentísimo enfrentamiento» ocurrido en la cárcel brasileña.

El Papa invitó «a rezar por todos los detenidos del mundo, para que las cárceles no estén sobrepobladas y sean lugares de resinserción» social.

En la madrugada del lunes pasado, las autoridades penitenciarias recuperaron el control del Complejo Penitenciario Anísio Jobi de Manaos, al cabo de 17 horas de enfrentamientos entre miembros de bandas criminales que dejaron el resultado de 56 presos muertos.

Según las primeras informaciones, miembros de la organización criminal conocida como Familia del Norte (FDN), que opera en esa región amazónica, atacaron a los del grupo Comando de la Capital (PCC) de San Pablo, que tiene presencia en todo el país.

Al menos 60 personas murieron durante un violento enfrentamiento de dos facciones rivales en una cárcel de Manaos, capital del estado de Amazonía.

Las autoridades brasileñas todavía no informaron oficialmente sobre el número de fallecidos durante el enfrentamiento, que comenzó el domingo, aunque algunos medios de comunicación locales señalan que los muertos en el Complejo Penitenciario Anísio Jobim (Compaj) podrían a ascender a 80.

Epitácio Almeida, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la OAB en Amazonia, coordinó las negociaciones con los presos y trabajó por la liberación de los rehenes, que fueron sueltos la mañana del lunes, cuando se dio por concluida la sublevación.

«Infelizmente estamos delante de la mayor y más horrible masacre en los presidios de Brasil», aseguró Almeida en un mensaje enviado a algunos miembros de la Orden de los Abogados de Brasil (OAB) y al que tuvo acceso la agencia Efe.

Las muertes comenzaron tras un enfrentamiento entre el Primer Comando de la Capital (PCC), asentado en Sao Paulo, y la Familia do Norte (FDN), que domina las cárceles del estado de Amazonía y es aliada del poderoso Comando Vermelho (CV), una mafia con base en Río de Janeiro.

«Todo indica que fue un ataque de una facción mayor contra una menor para eliminar la competencia», resaltó el secretario de Seguridad Pública de Amazonia, Sergio Fontes, en una conferencia de prensa celebrada la noche del domingo.

Durante el enfrentamiento hubo varias decapitaciones y algunos cuerpos fueron quemados y mutilados, según informó la Orden de los Abogados.