“Los policías salieron pálidos de esa casa, parecía una película de terror”, contaron los vecinos del acusado, un hombre de 34 años.
Las atrocidades que cometió con los animales del barrio Orlandi de Tafí Viejo, en la provincia de Tucumán, son inimaginables. Secuestros, golpes, torturas y hasta abusos sexuales que condujeron a la muerte a varias decenas de perros, reprodujo el diario La Gaceta.
“Vince” es el apodo del acusado, un hombre de 34 años que vive solo en una enorme casa. “Siempre ha sido raro, pero con el tiempo empezó a andar en la calle, a tomar, a drogarse y a robar. Cada vez andaba más perdido, incluso tenía una causa por haberle mostrado sus partes íntimas a una nenita. Después empezó a ponerse violento con su familia y lo abandonaron”, explicó Cynthia, una vecina que lo conoce desde chico.
Si bien todos en el barrio eran conscientes de que el hombre no actuaba con normalidad, jamás se imaginaron lo que sucedía dentro de esas cuatro paredes hasta principios de este año. La primera señal fue la repentina desaparición de casi todos los perros que vivían en la cuadra. Después algunos comenzaron a escuchar ladridos y aullidos que provenían de la casa de la esquina y comenzaron a sospechar.
Una mujer, a la que le habían robado sus dos perros, se presentó en la comisaría para hacer la denuncia. Hartos de los reiterados llamados de los vecinos, los policías se acercaron a la casa de “Vince”, le tocaron el timbre y le pidieron que abra la puerta. “Ese día salieron como 30 perros de ahí, no eran solo de la cuadra, eran de todo el barrio”, recordó Priscila.
La mujer dijo que, desde entonces, el miedo la paralizó. Su mascota, que siempre la acompañaba a hacer las compras, quedó encerrada en la casa. Tampoco le permitía salir sola a su hija por temor a que su vecino le hiciera algo. “Pensábamos que la locura de él era encerrarlos nomás, no nos imaginamos que llegue a tanto. Los ahorcaba, violaba, torturaba y mataba”, agregó.
Claudia, que atiende un almacén frente a la casa de “Vince”, recordó que se presentaba en el local para comprar de a 30 latas de picadillo. “Tengo alto chumbo en la casa, voy a matar a todos los vecinos”, era el comentario que le hacía cuando iba a la despensa.
Cynthia, por su parte, relató una anécdota que jamás olvidará. “Un día venía caminando una vecinita que tiene 15 años y él la llamaba para que entre a la casa. Ella siguió de largo y después salió el padre. Como este (’Vince’) vio que los vecinos estábamos hablando de él, ahorcó un perro delante nuestro y lo rameó con un cable. Supongo que lo hizo para que le tengamos miedo”, recordó aterrorizada.
Según la joven, al día siguiente su vecino salió de la casa con dos bolsas de consorcio repletas. “Adentro llevaba más perros muertos. Les pidió a unos chicos de enfrente que le ayuden a llevarlas pero, como le dijeron que no, sacó un colchón puso las bolsas encima y lo arrastró varias cuadras. Sabemos que ese día mató a tres”, contó.
Sangre en las paredes
Horrorizados por lo que habían visto, y por la ausencia de varios canes más, los vecinos comenzaron a acudir a la Policía. Priscila estimó que se realizaron al menos 20 denuncias. Finalmente, la fiscala de feria solicitó un allanamiento y la Policía regresó al barrio con esa orden el viernes pasado.
“Los policías salieron pálidos de esa casa, parecía una película de terror: cables listos para ahorcar, sangre en las paredes, era una habitación de tortura. No había muebles, parece que él vivía como un perro, comía en el piso y dormía en los colchones”, explicó la vecina.
Vega, por su parte, dijo que de esa manera pudieron rescatar a “Pelusa”, una perra mestiza que dormía en la puerta de su casa y que también cayó en manos de su vecino. “Pelusa”, al igual que otros canes del barrio, había sido vestida con ropa femenina por el hombre. “La encontraron atada dentro de la casa. La llevamos al veterinario porque estaba renga y solo movía la colita. La revisaron y nos informaron que fue abusada”, lamentó la joven.
El hombre fue aprehendido el día del allanamiento. Fuentes judiciales informaron que el Juzgado de Instrucción ordenó la detención de “Vince”, aunque aclararon que no fue por el delito de maltrato animal sino por dos antecedentes: un intento de abuso sexual contra una nena y las amenazas de muerte hacia sus vecinos. Además, señalaron que se realizaron las pericias psiquiátricas y que el imputado no padece ninguna alteración mental, por lo que es imputable.
Fuente: La Gaceta.-
