“Hurry Sickness”, o “enfermedad de la prisa”, un mal que ataca cada vez a más personas

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Estar ocupado se convirtió en una peligrosa enfermedad al ser detectado como un placer.

“Hurry Sickness”, o “enfermedad de la prisa” en español, fueron términos que tomaron los cardiólogos Meyer Friedman y Ray Rosenman luego de ver que varios de sus pacientes padecían de un sentimiento de urgencia constante.
Aunque esta observación aún no fue reconocida como una enfermedad los especialistas la definieron como “un patrón de comportamiento caracterizado por una lucha continua y un intento incesante de lograr hacer más y más cosas en cada vez menos tiempo”.


Esta necesidad de estar ocupado es provocado por una mezcla de ansiedad, estrés y sentimientos continuos de urgencia que forman un ciclo vicioso adictivo y como una vez dijo el periodista Robert Lemke, “nadie está tan ocupado como para no encontrar tiempo para contarle a todo el mundo lo ocupado que está”.

 
Por eso, actitudes como almorzar arriba del escritorio y al mismo tiempo revisar el correo electrónico es uno de los síntomas de las personas que padecen esta enfermedad de la prisa, y esto no afecta a los grandes empresarios sino que es una actitud de personas con trabajos de todo tipo.

 
Este tipo de enfermedad tiene la característica de hacer diferentes cosas al mismo tiempo. Esperar no es productivo y la ansiedad provoca la necesidad de querer hacer mil cosas a la vez. Las personas con enfermedad de la prisa piensan rápido, hablan rápido, actúan rápido y buscan qué hacer aún más rápido.

 
Uno de los síntomas de esta afección es pasarse de una cola otra porque parece mínimamente más corta, la necesidad de estar siempre disponible para el trabajo, dormir con la ropa puesta para ahorrar tiempo por la mañana o buscar siempre que más se puede hacer.

 
Los que sufren la enfermedad de la prisa suelen sentir una necesidad constante de hacer más y en menos tiempo, incluso cuando no hay ninguna razón para hacerlo urgente. Esta urgencia y sobreabundancia de tareas lo único que provoca es estrés y descuidar las relaciones interpersonales afectivas.

 
La mente de la persona permanece bloqueada en un estado de sobre-estimulación, que le produce cansancio, ansiedad y tendencia a la irritabilidad y esto lo vuelve incapaz de relajarse. Además, esta enfermedad puede provocar que el sujeto se enferme como alguien con estrés del común, ya que igualmente aumenta la producción del cuerpo de cortisol, que suprime el sistema inmunológico y se ha relacionado con enfermedades del corazón.


Lo importante, es evitar esta estresante enfermedad y la mejor forma de hacerlo es delimitar qué tareas se deben realizar y decidir que tareas no serán posible realizar. Lo mejor es armarse una lista de prioridades para evitar la multitarea, aprender a retrasar los impulsos de trabajar cuando no debes y sobre todo, aprender a no hacer nada de vez en cuando.

Salud 360.