La gente salió a las calles y realizó bloqueos de rutas y protestó por el aumento en los combustibles. La suba va del 14% al 20% y desde el gobierno lo consideran una decisión fundamental para “preservar la estabilidad de la economía”.
La rebelión popular contra el llamado “gasolinazo” fue más fuerte en la jornada de ayer y podría incrementarse por estas horas. Mientras, el presidente intenta hacer creer a la población que la medida favorecerá a la economía. Desde la dirigencia política del país ven al ajuste como algo positivo, mientras en las calles se ve lo contrario.
Varios rutas que comunican a la capital mexicana con otras grandes ciudades del país fueron bloqueadas o escenario de protestas y movilizaciones contra el aumento de los precios, mientras la Organización de Gasolineros de Veracruz denunció que medio centenar de estaciones de servicio fueron blanco de saqueos o actos vandálicos.
Peña Nieto habló del asunto y pidió «comprensión» a la población durante un acto en el que puso en funciones a nuevos funcionarios del gobierno realizado en las últimas horas.
El mandatario, además, expresó que se trata de una decisión «difícil» pero «responsable» para mantener la estabilidad económica del país. Asimismo, negó que el incremento esté relacionado con la reforma de hacienda o la energética, ambas impulsadas bajo su gestión.
Ante esta situación, una multitud cerró en Ciudad Juárez uno de los puentes que conectan a dicho lugar con Texas, Estados Unidos.
Los manifestantes también impidieron el paso a los automovilistas que viajaban al vecino país del norte por aproximadamente cinco horas, hasta que las autoridades federales arribaron a establecer un diálogo.