Las fuerzas especiales de EE.UU. han llevado a cabo una redada en el centro de Yemen acabando con la vida de 16 civiles y 41 integrantes de Al-Qaeda.
Decenas de militares de fuerzas especiales, transportados en helicópteros, descendieron la madrugada de este domingo en la aldea de Yakla, en la provincia de Al-Baida, y han atacado varias casas de los presuntos miembros de la red terrorista de Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), han informado medios locales.
Antes de la irrupción por los comandos, una veintena de helicópteros Apache –armados con ametralladoras pesadas– y drones estadounidenses sobrevolaron la zona y bombardearon una escuela, una mezquita y una cárcel, consideradas como sedes de la agrupación terrorista, han añadido.
Hasta el momento, los lugareños han confirmado la muerte de 57 personas, incluido 16 civiles –ocho mujeres y ocho niños– y algunas personas seguían bajo los escombros de las casas alcanzadas por los bombardeos.
En la operación, que duró una hora, además murieron tres destacados miembros de Al-Qaeda. Los abatidos fueron identificados como: Abdel Rawf al-Dahab, su hermano Sultán al-Dahab; y el tercero, Seif al-Yufi.
Según ha anunciado este domingo el Ejército de EE.UU. en un comunicado, un soldado estadounidense ha perdido la vida y otros tres han resultado heridos en los enfrentamientos con Al-Qaeda.
Aunque Estados Unidos insiste en que los ataques dirigidos por la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA, por sus siglas en inglés) tienen como objetivo a los terroristas de Al-Qaeda, las cifras revelan que muchas de las víctimas de dichos ataques son civiles.
La seguridad de Yemen se ha estado deteriorando cada vez más desde marzo de 2015, cuando el régimen saudí lanzó una ilegal campaña de ataques aéreos contra este país. El coordinador humanitario de las Naciones Unidas para Yemen, Jamie McGoldrick, cifró en 10.000 el número de civiles yemeníes muertos y en 40.000 el de heridos que han dejado los ataques saudíes.
Además, según los informes, AQPA se expandió en el territorio yemení, sobre todo en el puerto de Al-Mukala, aprovechando la intervención que realizó Arabia Saudí contra su vecino sureño.
