Ejecutaron al primer colombiano condenado por tráfico de drogas en China

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El hombre reconoció en 2010 haber transportado cocaína; es el primero de tres colombianos sentenciados a la máxima pena por delitos relacionados con el narcotráfico.

Ismael Enrique Arciniegas, condenado a pena de muerte en China por haber transportado casi cuatro kilos de cocaína en su valija, fue ejecutado ayer con una inyección letal. El colombiano de 74 años estaba detenido desde 2010 en una cárcel de la ciudad de Guangzhou. Pese a los reclamos del gobierno de su país, la justicia China lo consideró suficiente para imponer la pena capital.

 

Arciniegas iba a recibir 5000 dólares por la droga que llevaba adherida a su cuerpo. Sin embargo, le costó la vida. Desde su detención, el hombre había pedido auxilio a los consulados de Colombia en Beijing y en Guangzhou.

 

La Cancillería colombiana informó que, a pesar de llevar a cabo varias gestiones diplomáticas y peticiones de clemencia por Arciniegas, el Tribunal Popular Superior de la Provincia de Guangdong tomó la decisión de ejecutarlo. «El Ministerio de Relaciones Exteriores, en nombre del Gobierno de Colombia, lamenta profundamente la decisión tomada por las autoridades judiciales de la República Popular China, de ejecutar a Ismael Enrique Arciniegas Valencia, detenido en ese país, a pesar de las reiteradas peticiones de clemencia y las varias solicitudes presentadas al Gobierno chino para que su sentencia de muerte fuera conmutada», afirmó el comunicado de la Cancillería.

 

A pesar de que las autoridades no lograron una reconsideración, pidieron que Arciniegas sea acompañado de un religioso y pueda hacer una última llamada telefónica a su hijo. Según el diario El tiempo, se comunicó con Juan José, de 34 años, dos horas antes de que fuera ejecutado y dijo: «Me voy feliz. La vida es una comedia y esta comedia se acabó. Me voy al matarile».

 

Actualmente, en China hay cinco colombianos condenados a la máxima pena por delitos relacionados con el narcotráfico. Tres sentencias ya han sido ratificadas y dos más siguen a la espera de apelación, tras lograrse un aplazamiento por la intervención diplomática de Colombia. Otros diez colombianos han sido condenados a muerte pero su ejecución ha sido suspendida y 15 están condenados a cadena perpetua.

 

«Si bien el Estado colombiano reconoce el derecho soberano que tienen los países de establecer y aplicar su legislación en materia penal, reitera categóricamente su posición en contra de la pena de muerte y reafirma la inviolabilidad del derecho a la vida», resaltó el comunicado.

La Nación.