La diputada nacional analizó la última semana que atravesó el Poder Ejecutivo y contó detalles de una conversación que mantuvo con el Presidente.
El gobierno nacional acaba de salir de días difíciles. La semana pasada tuvo que dar marcha atrás con dos decisiones que dejaron al descubierto algunas imprecisiones a la hora de gestionar. El presidente Mauricio Macri se vio obligado a ponerse al frente del temporal provocado por el acuerdo con la empresa Correo Argentino S.A., de la familia del jefe de Estado, y el retoque al mecanismo de movilidad jubilatoria.
La diputada nacional Elisa Carrió se convirtió el miércoles por la noche en medio de la crisis en una pieza clave para sostener el acuerdo que tenía el Gobierno con la oposición para sancionar la ley de ART. Cuando los legisladores se disponían a aprobar la norma, empezaron a llegar versiones sobre la modificación que había dispuesto el Gobierno para calcular la movilidad de los haberes y el entendimiento para sacar la normativa entró en jaque.
Fue en ese momento que «Lilita» pidió la palabra y realizó una moción contra el Poder Ejecutivo del que ella forma parte y se comprometió a revertir la decisión de la Anses que significaba una rebaja para las jubilaciones en comparación con el método que tradicionalmente se aplicó desde la puesta en marcha de la ley de movilidad.
«La verdad es que tuve que ser histriónica. Pido perdón si dije alguna mala palabra, pero la verdad es que a veces una se cansa de algunas imbecilidades. Inmediatamente llamé al Presidente para que revirtiera la decisión», contó Carrió en diálogo con Marcelo Longobardi en radio Mitre.
Y agregó: «Yo tengo una relación muy franca (con Macri). Discutimos. Obviamente nos decimos todo. Y gracias a Dios finalmente el día posterior se dio marcha atrás en dos cosas que no debían haber avanzado. Esto tiene que ver con técnicos que viven en microclimas. Mandalos a trabajar a un estudio jurídico-contable, pero no los pongas de funcionarios».
Esta y otras frases fueron pronunciadas por «Lilita» a metros del recinto. Según reconoció, lo hizo a propósito para que la escucharan representantes de otros bloques que estaban planeando dejar sin quórum y sin ley al oficialismo. Tal fue la sorpresa, que ni siquiera el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, estaba al tanto de los cambios que había dispuesto la Anses.
Finalizada la tormenta, una de las artífices de la alianza que llevó a Macri a la Casa Rosada admitió que «no puede haber más errores» en la toma de decisiones y, fiel a su estilo, dejó algunas frases reveladoras, como por ejemplo: «Es fácil ser CEO, pero el Estado es mucho más complejo».
No obstante, cuestionó a la fiscal que objetó el acuerdo entre el Correo y el Estado por estar ligada a la procuradora Alejandra Gils Carbó y reiteró que es necesario avanzar en la modificación de la Ley del Ministerio Público. Precisó además que el jefe de Estado tiene la intención de avanzar en un nuevo esquema de acción para cuando se presenten casos en los que se mezclen interesen públicos con los de funcionarios públicos, como sucede con el Correo.
La líder de la Coalición Cívica se refirió además a la detención de César Milani. De acuerdo a su visión, con la decisión de la Justicia de La Rioja «se cae todo el discurso de los derechos humanos» del gobierno de Cristina Kirchner. «Apoderarse del tema de los derechos humanos fue una mecánica para legitimar los desastres que hicieron con la economía», sintetizó.