Lagomarsino rompió el silencio luego de que aparecieran nuevas pruebas en su contra

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La causa por la muerte de Alberto Nisman tomó impulso tras el final de la feria judicial y bajo un nuevo juzgado, en el fuero federal. Las primeras pesquisas realizadas por el fiscal Eduardo Taiano parecen complicar la situación procesal de Diego Lagomarsino, el colaborador del fiscal fallecido que dijo haberle entregado el arma de la cual salió el disparo fatal.

De acuerdo con los testimonios de los empleados de la Unidad Fiscal AMIA, no era frecuente ver al informático en la oficina. De hecho, muchos de ellos ni siquiera lo conocían. Además, en un allanamiento realizado hace un año, encontraron en su casa un CD con la leyenda «Ciro James». James es un ex agente de inteligencia que fue investigado por Nisman.

«Yo no tenía CD con escuchas telefónicas. Lo que yo tenía era un solo CD que decía Ciro James. Eran datos para hacer cruces telefónicos. Nunca hice el trabajo en este caso porque Alberto no me lo pidió. En la causa AMIA sí había hecho un trabajo sobre cruces de llamados», respondió Lagomarsino.
Dijo además que es probable que muchos empleados no lo conocieran porque él trabajaba como asesor informático personal de Nisman y no de la Fiscalía. «Él me llamaba cada vez que tenía algún problema. ‘Se me colgó el Windows, no me anda el Office'», graficó.

 

«¿Qué creés que pasó con Nisman: se suicidó o lo mataron?», le preguntaron a Lagomarsino en Desayuno Americano. Y contestó: «Él tomó la decisión de dispararse, no sé por qué».

 

Las frases más importantes

«No tuve nada que ver con la muerte de Nisman. Yo le presté un arma a pedido de él».

«Él tomó la decisión de dispararse, no sé por qué».

«Si fue un suicidio inducido, no lo sé».

«Cuando me pidió el arma, traté de convencerlo para no dársela. Se levantó con los ojos colorados y me preguntó: ‘¿sabés lo que es que tus hijas no quieran estar con vos porque tienen miedo?’ Él me tocó donde sabía que iba a tocarme. Actuó para sacarme el arma».

«Se dijo que yo era del Ejército, de la SIDE, de la Fuerza Aérea, de la Policía Federal… Ni siquiera se ponen de acuerdo para decir de dónde era. No soy espía, nunca lo fui. No tengo parientes que lo hayan sido. No existe ninguna relación con algún servicio de inteligencia».

«Yo tenía una relación con Alberto que excedía de un jefe, pero era menor a la de un amigo. Era un buen jefe. Él me tenía más confianza a mí que yo a él».

 

 

Sobre la cuenta bancaria que compartió con Nisman
«Hay algo que lo vimos en terapia. Lo que hizo Alberto conmigo era una relación de amo- esclavo. Yo no podía decirle que no, por el poder que él tenía sobre mí. Alberto me pidió que fuera parte de esa cuenta porque estaban la madre y la hermana. Y si a la mamá le pasaba algo, él perdía el 50% de esa plata.

 

Sobre Arroyo Salgado
«No sé si Arroyo Salgado me quiere destruir o está obligada a destruirme. No sólo a mí: a mi familia, a mis amigos… O no le interesa mi vida o es una buena persona y la están presionando».

«En terapia trato de entender más a Arroyo Salgado que a mí».

«No sé por qué Arroyo Salgado actúa así. Llegué a pensar que alguien la está obligando a actuar como está actuando. ¿Hay una cuestión económica? ¿A sus hijas les conviene que su padre haya sido asesinado? No lo sé».

«Arroyo Salgado fue a ver al Papa. Fue a ver al presidente de Israel. Se nota la diferencia de poder. Yo tengo la verdad. La verdad de lo que pasó. Sé que es un suicidio porque está así en la causa».

«Una vez que entienda a Arroyo Salgado, voy a tratar de entenderme a mí. Yo no fui a terapia porque tengo un problema con mi papá. Yo sé que Alberto me pide un arma y yo se la llevo. Júzguenme por eso, pero de ahí a decir que en mi casa había escuchas».

«Yo conozco algunas cosas de la relación entre Alberto y Arroyo Salgado, pero eso es muy personal de ellos. Me parece demasiado íntimo para contarlo. Si la Justicia me lo pregunta, se los voy a decir».

 

Sobre la custodia de Alberto Nisman
«Si él hubiera sentido peligro, no hubiera liberado a la custodia, como sucedió ese sábado».

«Él me hablaba siempre del custodio Benítez. En un momento me dijo que ya no confiaba ni en sus custodios».

«Cada vez que iba al departamento de Nisman, me registraba, te pedían el documento y si no te autorizaban no podías entrar. Nadie te revisaba para ver qué llevabas. A mí nunca me controlaron nada».

Sobre los dichos de Cristina Kirchner
«No lo vi en vivo. Me dijeron que Cristina Kirchner dijo que Alberto y yo éramos homosexuales. La realidad es que si era o no era no sé quién se tiene que ofender. Igualmente no, ¡no fui su pareja!»

«Era habitual que Alberto llamara a cualquier horario. Que me llame un sábado a las 5 de la tarde era más que probable. No me esperaba una pregunta como me hizo, me descolocó. Cuando acepté darle el arma, mi miedo era que él lastimara a alguien por error».

«Mi preocupación era enseñarle a cargar y descargar el arma. Si vos me traés un arma, yo no sé descargarla. Esa sí, porque era mía».

«Los peritos dicen que no están mis huellas en las armas porque fueron enmascaradas por la sangre».

«Una vez lo figuré a Alberto como el toro de Wall Street. Un tipo que se lleva todo por delante. Imparable».

«Cuando en la pericia informática encuentran el CD de Ciro James, elevan un informe a Palmaghini. Si hubieran escuchas, ¿no te parece que hubieran hecho otro informe?»

«Ayer tuve que agarrar a Gregorio, mi hijo de 10 años, y preguntarle si sabía de qué estábamos hablando. Le dije que iba a ir a la tele y lo que escuche después que se lo saque de la cabeza».

«Mis amigos me bancan a fondo. El otro día en el programa de Víctor Hugo nombré a una amiga mía que está muy enferma. Y me mandó un mensaje que decís…la puta…».