Ante las públicas manifestaciones de irrespeto hacia la figura de nuestro sumo pontífice Francisco Primero en la ciudad de Roma, por organizaciones que actúan enmascaradas en el vil y cobarde anonimato, manifestamos nuestro repudio con absoluta firmeza a los actos que intentan desacreditar la figura de la máxima autoridad de la iglesia católica, de incuestionable altura y dignidad moral.
Su Santidad Francisco ha obtenido un innegable liderazgo mundial fruto de una vida moralmente intachable y al servicio de la humanidad, así como de su impecable magisterio en todo coherente con la más santa tradición de la iglesia y de sus antecesores.
El Papa Francisco trasciende la esfera católica y alcanza a todo hombre de buena voluntad que está abriendo perspectivas nuevas en el ámbito de la cultura, de la política y la entera sociedad humana, a partir de un pensamiento cristiano que se arraiga en los eternos y supremos valores de los dos mil años de historia que tiene la iglesia y que avizora el futuro desde la voz del espíritu santo hablando en el presente, para dar al hombre de hoy la respuesta de Cristo a las grandes preguntas y los grandes desafíos actuales para la fe.
La deleznable actitud de algunos sectores de poder ultra conservadores, que ven amenazados sus privilegios ante un pastor universal que con su testimonio obliga a una coherencia evangélica, desnuda la miseria humana, que, incluso en nombre de Dios como en tiempos de Cristo, puede llegar a cometer actos aberrantes, en nombre de quién sabe que oscuros intereses.
Compartimos el dolor como católicos y cristianos, y también como seres humanos, ante hechos que por su falacia y anónima cobardía, avergüenzan al espíritu humano. Toda nuestra solidaridad por su SS Francisco y nuestro más hondo repudio a tan vergonzosas acciones.
