Quedó viudo, dejó su trabajo para cuidar a su hijo y ahora sobrevive con changas

Sociedad

Hace siete meses que Gustavo perdió a su señora a causa de un ACV. Desde entonces comenzó a cortar el pasto de los vecinos de Banfield con la ayuda de su niño, que lo acompaña en la limpieza.

El sacrificio y la esperanza como señal de lucha. Un hombre que perdió a su mujer y que debió dejar todo, incluso su trabajo, para hacerse cargo de su hijo para que éste estuviera acompañado en su etapa de desarrollo.
A los 46 años, Gustavo se encontró sin la compañía de su mujer, que falleció hace siete meses producto de un ACV.

 

Superado por la situación y con una criatura a quien asistir, el hombre no dudó y dejó su trabajo para acompañar al niño en su etapa de crecimiento. Mientras tanto se las arreglaría para sobrevivir, pero con la conciencia tranquila de cuidar siempre de su hijo.

 
La historia de Gustavo tomó notoriedad en Facebook y su lucha se transformó en un ejemplo sobre cómo plantarse ante las adversidades. Oriundo de Banfield, comenzó a ofrecerse como jardinero y comenzó a cortar el césped de los vecinos del barrio; siempre acompañado por su hijo que incluso lo ayuda con la limpieza.

 


“Yo no sé por qué se me considera un ejemplo a seguir. Simplemente hice lo que haría cualquier padre en mi lugar: dejar todo por un hijo y hacer lo imposible para que no le faltara nada. La vida me dio muchos golpes en los últimos tiempos, las cosas no me estuvieron saliendo como esperaba y aún así hay que seguir mirando para adelante”, explicó el protagonista.

 
Gustavo no tiene hermanos ni cuñados en los que apoyarse. Los padres de Silvia, quien era su señora, ya fallecieron y a penas cuenta con su madre, con quien no tiene trato. Antes de quedar viudo, este hombre trabajaba dentro de rubro gastronómico y preparaba comidas en su casa que luego repartía en los colegios, almacenes y locales de la zona.

 
Gustavo y Silvia eran una pareja de Banfield que se desvivían el uno por el otro. Ninguno de los dos tenía hermanos, ella no tenía padres y a él sólo le quedaba la madre, con quien prácticamente no tenía relación. Ambos llevaban una empresa familiar en la que ponían sobre la mesa su pasión: la cocina. Los dos preparaban comidas en su casa y les vendían sus productos a kioscos, almacenes, locales y colegios de la zona.

 
El 15 de julio del 2016, Silvia sintió una puntada en la cabeza que resultó ser fulminante. Gustavo quedó viudo y solo al cuidado de Thiago, que en ese momento sólo tenía un año y siete meses.

 
“Ahí decidí renunciar a mi trabajo y dedicarme exclusivamente al cuidado de Thiago. El chico recién había perdido a su mamá y estaba completamente pegado a mí. No me podía separar de él”, relató.

 
El dinero que le aportaba el trabajo que realizaba no le servía y allí apostó por la jardinería. Decidido en una nueva experiencia, compró una bordeadora y arrancó a ofrecer su trabajo en las casas del sur de Banfield.

 
“Empecé en el verano, pero al hacerlo con Thiago no puedo estar al aire libre con 40 grados de calor. Por eso, ofrecía el servicio a la mañana bien temprano y a la nochecita”, explicó Gustavo, quien saltó a la fama, al menos en redes sociales, luego de cortarle el césped a una vecina que hizo viral su historia.

 
“Me preguntó si podía comentar mi historia en Facebook y yo le dije que sí. Jamás imaginé que iba a suceder lo que sucedió. Recibí apoyo de países como Costa Rica o Estados Unidos, hasta me llegaron ofertas laborales. Se volvió todo una locura”, detalló el hombre que tuvo una repercusión de 125 mil compartidos.

 
“Tengo que ver qué hago, porque el mundo y los horarios de la gastronomía son muy complicados. Yo no quiero que mi hijo se pase 12 horas en una guardería. Hace poco tiempo recibió el golpe más duro que podía recibir y yo quiero estar cerca de él todavía”, admitió Gustavo.