Los médicos le decían que «solo estaba gordo» hasta que descubrieron que tenía un tumor no cancerígeno en el abdomen.
Un médico de California le extirpó un tumor de 60 kilos a un hombre de Mississippi, Estados Unidos, a quien otros profesionales le habían dicho que sólo padecía de obesidad.
Roger Logan, 57, tenía un tumor no cancerígeno y se lo removieron el 31 de enero pasado en el Hospital Bakersfield Memorial, donde se quedará una semana más antes de regresar a su ciudad.
El tumor se originó con un pelo encarnado que se infectó, se hinchó y luego desarrolló su propio suministro de sangre, contó Vipul Dev, el cirujano que lo operó, al medio norteamericano Bakersfield Californian.
Lo tenía en el abdomen desde hace más de una década. Sin embargo, los médicos que lo atendían le decían que «sólo estaba gordo». El tumor creció tanto que le colgaba del estomago y se apoyaba en el piso cuando se sentaba.
«Era lo mismo que ponerse una soga en el cuello y cargar tres bolsas de cemento todo el día», contó Logan.
Casi sin poder moverse, pasó la mayoría del tiempo en un sillón de su casa. Cuando el tumor llegó a pesar 60 kilos y se lo detectaron, le dijeron que tenía sólo un 50% de chances de sobrevivir a la cirugía.
Su esposa, Kitty, buscó alrededor del país a especialistas para que le hicieran la operación y encontró a Dev, que ya había realizado operaciones similares.
Finalmente, Logan viajó durante 40 horas a California con su silla en una van, «como si estuviera en el comedor de mi casa», describió.
Actualmente, Logan se está recuperando y la semana pasada volvió a caminar por primera vez en años.
La Nación.