Ya pasaron 14 meses desde que una nueva bandera política flamea en la conducción de la Casa Rosada y el rastro que va dejando el gobierno nacional está marcado por el aumento desmedido de los alimentos, el tarifazo de los servicios públicos, el cierre de fábricas con sus miles de ciudadanos despedidos y suspendidos, el desmembramiento de un estado de derecho a base de decretos de “necesidad y urgencia” y la catarata de despidos de empleados públicos junto con el cierre de un sinfín de programas (como ser el “Plan Cunitas”). Pero no todas son pálidas, ya que si perteneces a cierto sector de la sociedad podes estar siendo beneficiado. Ya que se le bajo las retenciones a la exportación de soja, se eliminaron los impuestos a la exportación de trigo, maíz y la explotación minera y el champagne, no sea cosa que nos falte bebida para festejar… o ahogar las penas dependiendo de qué lado estas.
Siguiendo bajo el lema de la “Pesada Herencia”, cada día cuesta más llegar a fin de mes en la Argentina siendo que solo hace 14 meses nuestra preocupación pasaba por la “inseguridad” y el famoso “cepo” y hoy en día, tenés que ver cómo hacer para llegar a fin de mes y el problema creciente de la inseguridad, mientras la Ministra de Seguridad está más preocupada por detener a los tuiteros que hackearon su cuenta y amenazan al Presidente, la tasa de robos y asesinatos sigue subiendo.
En este contexto se denota la falta de políticas sociales en los barrios, los cuales cada día se ve como decae la calidad de vida de quienes los habitan y la creciente de comedores populares solo puede rememorarnos el 2001. Y la gran pregunta que nos hacemos es ¿Dónde está la Juventud de Cambiemos? Una juventud que se veía muy activa por redes sociales durante el gobierno de Néstor y Cristina. Que machacaba contra las políticas públicas y los casos de corrupción, pero que hace un sonoro silencio cuando a su máximo referente se le encuentran más de 50 sociedades ilícitas radicadas en Panamá, la condonación a la deuda de su propia familia con el Estado o cuando el Presidente otorgó toda la obra pública a la empresa de su primo, acusado de pagar coimas para recibirlas y que también está acusado de ser testaferro del mismo Mauricio Macri o el caso de las bolsas de dinero de Gabriela Michetti entre otros.
¿Dónde está la juventud de Cambiemos que se indignaba con la “grasa militante que vivía de la teta del Estado”? cuando se descubre que tras más de 10 mil despidos de empleados estatales, la cantidad de empleados del Estado creció un 2.4% y sin que se realizara ningún concurso abierto para acceder a dichos cargos, y que paradójicamente la mayoría de los contratados sean militantes o simpatizantes del PRO.
¿Dónde está la juventud de Cambiemos que reprochaba contra la inflación de Cristina? pero que no gesta comentario por el 43.1% de inflación de Mauricio, la más alta que tuvo la Argentina en 14 años.
¿Dónde está la juventud de Cambiemos que se llenaba la boca hablando de la reparación histórica a los jubilados? y que hoy no esboza comentario tras el intento del gobierno de bajarles la jubilación a nuestras abuelas y abuelos, o cuando el Estado elimino la gratuidad de cientos de medicamentos.
¿Dónde está la juventud de Cambiemos que se indignaba con lo que ganaba un docente durante el anterior gobierno?, pero ahora que el nuevo gobierno viola la ley no llamando a paritarias y cierra la discusión a un 18% de incremento salarial en cuotas no dice absolutamente nada.
¿Dónde está la juventud de Cambiemos que denunciaba en Facebook que los hospitales y centros de salud estaban vacíos?, cuando hoy el sistema de salud está en coma, con muchas de las obras de refacción paradas y con menor personal destinado a la Salud, por los despido de personal, que puedan brindar asistencia a los más desfavorecidos.
¿Dónde está la juventud de Cambiemos cuando sus dirigentes desean bajar la edad de imputabilidad primero y ocuparse del tema de la inclusión del menor después?, siempre tomando las vías de la represión y el autoritarismo en detrimento de la inclusión y la exaltación de valores entre los ciudadanos.
Posiblemente nunca estuvieron más allá de la militancia digital a través de una computadora o un celular. Ofuscada quedo la militancia radical que defendía los ideales de Yrigoyen, Frondizi o Alfonsín tras la reacción conservadora e inacción del clientelismo cheto que personifica la juventud del Pro que con el eslogan de la “revolución de la alegría” ocultando una revolución neoliberal que es siempre en detrimento del laburante.
*Frente Grande
