Michel Temer confirmó que se mudará del recinto, a poco menos de dos semanas de haberse radicado. Según el mandatario, quien vive junto a su esposa e hijo, no sintió buena energía en el lugar y consideró que puede deberse a cierto tipo de actividad paranormal.
Parece increíble, pero es real. El mandatario brasileño, Michel Temer, no llegó a cumplir dos semanas en la residencia presidencial y comunicó que se mudará a Jaburú debido a la incomodidad que sintió durante los últimos días como consecuencia de lo que llamó «malas energías».
Si bien elogió el recinto oficial, por su belleza y tamaño, explicó que tuvo muchos inconvenientes desde que llegó junto a su familia. “Sentí una cosa extraña ahí. No conseguía dormir, desde la primera noche. La energía no era buena. Marcela (esposa de Temer) sintió lo mismo. Solo a Michelzinho (hijo), que se la pasaba corriendo de un lado al otro, le gustó”, afirmó el presidente, quien ocupó el cargo tras la destitución de Dilma Rousseff.
“Llegamos a pensar: ‘¿Será que aquí hay fantasmas?’”, agregó, y se ganó las críticas y burlas por parte de la gente en redes sociales.
Algunos medios del país vecino informaron que inclusive la esposa del presidente llamó a personas religiosas para tratar de solucionar el problema.