Los datos fueron expuestos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tras un relevamiento relacionado a inmigrantes que perdieron la vida al intentar llegar a Europa desde distintos puntos de África y Medio Oriente.
El Centro de Análisis de Datos de la Oficina Internacional de las Migraciones (OIM) reveló este viernes que casi 5.100 migrantes murieron en el mar Mediterráneo al intentar el cruce a Europa en 2016, dos de cada tres víctimas fatales de los flujos migratorios en el mundo entero.
La cifra difundida por la institución, incorporada a la ONU el 19 de septiembre de 2016, implica un brusco salto en la letalidad de los intentos de ingresar a través del mar a los países prósperos de Europa por parte de migrantes que inician sus riesgosas travesías en Medio Oriente, Turquía o África del Norte.
Noticia relacionada: La inmigración se cobró la vida de un bebé libio
La OIM registró 7.763 muertes de migrantes en todo el mundo, un 27% más que en 2015, cuando el total fue de 6.107. En el Mediterráneo, sin embargo y pese a que las operaciones de rescate incrementaron su capacidad y dotación, el salto llegó al 35% y explica prácticamente todo el aumento mundial, informó el portal ABC.
A su vez, la ruta que más muertes causó es la del Mediterráneo Central, desde África del Norte a Italia (generalmente a Lampedusa, su isla extrema sur), donde fallecieron 4.581 personas, más de la mitad del total mundial.
El informe agrega, además, que no todos los hundimientos en el Mediterráneo están registrados, por lo cual estos datos deben considerarse una aproximación de mínima.
La cifra aumentó bruscamente, más que nada, por el gran peligro de ingresar a Europa por el mar cuando el contrabando humano empezó a recurrir a embarcaciones cada vez más inseguras. El número de personas decididas a jugarse la vida en el cruce aumentó además tras el acuerdo entre Turquía y la Unión Europea (UE), que cerró la «ruta balcánica» por Grecia y Serbia.