“La Mujer y las Drogas”

Interesante

Por el Dr. Salvador Cuño, especialista en adolescencia, niñez y familia.

CRECIMIENTO

Este artículo es un espacio de reflexión sobre las características y dinámica diferencial de las mujeres en relación al consumo de sustancias adictiva. Prácticamente se igualaron al sexo masculino, en edad de inicio, tipo de drogas y lugares de consumo, pero son mucho más castigadas biológica y socialmente por esta conducta.

Estudios recientes sugieren que después del uso experimental de drogas, la mujer puede desarrollar dependencia (adicción) más rápidamente que el hombre.

Las mujeres son diez veces más propensas a desarrollar adicciones al alcohol en relación al hombre en igualdad de condiciones de consumo.

Una encuesta realizada en México, arrojó información preocupante: la dependencia (adicción) a las bebidas alcohólicas entre los hombres se duplicó, mientras que en las mujeres se triplicó.

Este incremento se debe en gran medida a que durante las últimas dos décadas ha habido un cambio cultural y una mayor aceptación social hacia el consumo de alcohol, tabaco, marihuana y otras sustancias adictivas por parte de las mujeres.

Muchas mujeres que usan drogas han presentado en su historia de vida graves problemas psicosociales.

La investigación indica que el 70% de las mujeres que informan haber abusado de drogas, también declaran antecedentes de maltrato físico y sexual.

Ellas son más vulnerables a las adicciones por sus características anatómicas, fisiológicas y psico-sociales, teniendo causas desencadenantes que aumentan los factores de riesgo, que al confluir, podrían alterar su salud mental:

 

*El matrimonio tradicional constituye un factor de riesgo para la salud de la mujer, en cambio para el hombre se transforma en un factor de protección.

*El trabajo doméstico igualmente se presenta como un factor de riesgo, en contraposición, el trabajo extra doméstica representa un factor de protección para la mujer sobre todo cuando ellas encuentran en esta actividad una satisfacción y realización personal. La doble jornada de trabajos, es otro factor de riesgo sobre todo cuando la mujer es cabeza del hogar y no cuentan con apoyo de su pareja.

*Síndrome del nido vacío, el alejamiento de los hijos del hogar, las mujeres siente que pierden la capacidad de procreación por una parte y por otra ya no tienen a quien dar cuidados.

*Carecer de redes de soporte familiar y social, especialmente para mujeres que son cabezas del hogar y no mantienen una buena comunicación íntima y confidencial con su pareja, son factor de riesgos muy importantes.

*Bajo nivel de Autoncepto: esto tiene que ver con la percepción física y el valor que las mujeres le dan a su cuerpo, puede traer inclusive problemas de anorexia y bulimia que se presenta como un problema más unido al consumo de alcohol y drogas.

*Baja autoestima: este factor tienen que ver con la capacidad que tienen las mujeres de valorarse y en el reconocimiento de sus limitaciones y potencialidades.

*Está en relación con la autoeficacia: en la cual las mujeres se definen por el hecho de ser buena madre”, buena amiga”, o buena esposa”, etc., más que por los logros personales que ella pueda conseguir, pero cuando no cumple las expectativas para las cuales ha sido educada y criada se ve desvalorizada por su entorno y con mayor dureza por ellas mismas.

 

Es importante citar algunas alteraciones orgánicas producidas por las drogas en la mujer en particular:

Alcohol: El beber en exceso en la mujer se asocia con problemas de disfunción sexual, frigidez, disminución del interés en el sexo y dolor durante las relaciones sexuales.

El hígado de las mujeres tienen menor cantidad de enzima deshidrogenasa, que ayudan a procesar el alcohol, y proporcionalmente menor cantidad de agua en el cuerpo, por eso a igual cantidad de consumo entre el hombres y la mujeres, ellas se embriagan más rápido, y aparecen daños hepáticos y tumor de mamas precoces.

Se acompaña además de malformaciones fetales si consume alcohol durante el embarazo.

Marihuana: tiene una acción mas duradera, por depositarse en el tejido adiposo de la mujer, y una eliminación mas lenta.

Las mujeres que usan esta droga, generalmente experimentan un cambio en el ciclo menstrual debido al efecto sobre el hipotálamo. Y daño directo sobre los óvulos.

La cocaína produce tanto en la mujer como en el hombre daños en el cerebro, órganos sexuales, sistema cardiovascular, pulmones e hígado, entre otros. Sin embargo, la mujer es más sensible que el hombre a los efectos cardiovasculares de la cocaína.

En gestantes consumidoras de cocaína la incidencia de placenta previa es muy alta. Existe riesgo también de abortos, partos prematuros o el nacimiento de niños muertos.

Por último, la mujer además de ser más vulnerable al consumo de drogas, es doblemente castigada, por un lado, por sus condiciones biológicas y por otro lado la respuesta socio-cultural de crítica y rechazo.

Se ocultan, se auto marginan, se avergüenzan, por temor a que la justicia la separe de sus hijos. Son abandonadas por su marido y rechazadas por sus amigas.

Son condenadas socialmente como malas mujeres y reciben menos apoyo afectivo y económico.

Generalmente consumen drogas, buscando un efecto terapéutico: al dolor, a la frustración, al displacer, a la insatisfacción, a la imposibilidad de reclamo. Encuentran el vacío, la soledad y la desesperación; y mayores consecuencias psicológicas: más depresión, más suicidios, más ansiedad, y mayor deterioro mental.