El otrora mandatario egipcio recuperó su libertad en las últimas horas y volvió a su domicilio que, paradójicamente, se encuentra a metros del recinto presidencial. Fue encontrado inocente en las causas de asesinato de manifestantes durante las revueltas de 2011.
El ex presidente de Egipto, Hosni Mubarak, quien estuvo en prisión seis años tras su derrocamiento durante las masivas protestas de la Primavera Árabe, salió en libertad durante la jornada de hoy.
Mubarak salió del hospital militar en Maadi en el que estaba bajo custodia, y regresó a su casa en el suburbio de Heliopolis en El Cairo, dijo su abogado, Farid El Deeb, a CNN.
Su casa está a pocas calles del Palacio Presidencial, en el que gobernó durante 30 años, y del que tuvo que huir en 2011 tras un levantamiento popular que terminó con extrema violencia y porotestas en su contra.
El 2 de marzo de este año, Mubarak fue absuelto de los cargos y considerado inocente en la causa que investiga el asesinato de manifestantes durante las acciones de 2011. «Mubarak no tiene juicios pendientes», confirmó El Deeb.
En la primavera de 2011 fuerzas masivas y vibrantes tomaron la plaza Tahir en Cairo y el resto de Egipto.
Las fuerzas de seguridad egipcias reprimieron, pero los manifestantes no cedieron. En su lugar, crecieron en número en la mayor demostración de la Primavera Árabe, el movimiento de revoluciones populares que arrasó en el norte de África y Medio Oriente.
Eventualmente Mubarak cedió ante la presión y dimitió como presidente. Y en el proceso, se convirtió en un hombre aún más señalado.
En junio de 2012, el ex mandatario fue encontrado culpable y sentenciado a una vida en prisión, pero obtuvo un nuevo juicio el año siguiente, uno que culminó en mayo de 2014 con una sentencia de tres años ligada a una condena por malversación.
La Corte de Casación de Egipto, la más alta para el litigio de asuntos criminales, sostuvo el veredicto anterior, haciendo que la absolución fuera final.
